El Papa recibe al cardenal Brenes y anima la labor mediadora de los obispos de Nicaragua - Alfa y Omega

El Papa recibe al cardenal Brenes y anima la labor mediadora de los obispos de Nicaragua

Tras ser recibido en audiencia por Francisco, el arzobispo de Managua, cardenal Leopoldo José Brenes, ha afirmado que el Pontífice está «preocupado» por la «dolorosa» crisis sociopolítica que atraviesa el país centroamericano

Redacción
Foto: Twitter.

Después de reunirse el sábado con el cardenal Leopoldo José Brenes y con el obispo de Matagalpa, monseñor Rolando Álvarez, el Papa Francisco ha renovado este domingo su «oración por el amado pueblo de Nicaragua» y su deseo de unirse «a los esfuerzos que están realizando los obispos de este país y tantas personas de buena voluntad, en su rol de mediación y testimonio para el proceso de diálogo nacional en curso en el camino a la democracia». Lo ha hecho tras la oración mariana del ángelus.

El Papa Francisco está «preocupado» por la «dolorosa» crisis sociopolítica de Nicaragua, ha explicado a EFE el cardenal Leopoldo José Brenes tras reunirse el sábado con el Pontífice. El purpurado nicaragüense y monseñor Álvarez han aprovechado su participación en el consistorio del pasado jueves para mantener durante sus últimas horas en Roma un encuentro «muy amistoso» con el Santo Padre y trasladarle la situación que atraviesa Nicaragua desde las protestas del pasado 18 de abril.

Brenes, también arzobispo de Managua, aseguró que el Papa está «muy bien informado» sobre la situación, por lo que no le han entregado ningún documento al respecto.

«Ha manifestado la cercanía con nosotros y ha pedido que siempre contemos con su cercanía y en especial con sus oraciones», señaló el cardenal, que ha dejado Roma en la madrugada del domingo. «Está preocupado pero siempre manifiesta su cercanía para que sigamos adelante acompañando a ese pueblo que sufre y que sigamos adelante el trabajo del diálogo», subrayó.

Represión contra la Marcha de las Flores

El cardenal Brenes señaló que la situación «es bastante dolorosa» por la cantidad de muertos, «heridos o desaparecidos». Precisamente el sábado por la tarde, casi en paralelo con la audiencia del Papa a los obispos nicaragüenses, las fuerzas afines al presidente Daniel Ortega volvieron a disparar contra decenas de miles de opositores que habían salido a la calle en la llamada Marcha de las Flores para protestar por la muerte violenta de una veintena de menores en los más de dos meses que han durado las protestas. El balance en este caso ha sido de al menos un muerto y nueve heridos.

Nicaragua vive desde el pasado abril la crisis sociopolítica más sangrienta desde la década de 1980, con Daniel Ortega también en la presidencia del país centroamericano. Ya suma unos 285 muertos, según cifras de organismos humanitarios locales.

Las protestas contra Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, comenzaron por unas fallidas reformas a la seguridad social y derivaron en una petición de renuncia al mandatario, tras once años consecutivos en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción.

La Conferencia Episcopal de Nicaragua ha anunciado por su parte que el próximo martes 3 de julio se reanudará la sesión plenaria del diálogo nacional. Este intento de resolución pacífica, convocado por la Iglesia, ha sufrido ya varias suspensiones a causa de la represión por parte de las fuerzas del Gobierno contra la población. El presidente Ortega aún no ha dado una respuesta oficial a la solicitud de los Obispos de anticipar las elecciones en el país al 29 de marzo de 2019.

Peor que la guerra

En otras declaraciones realizadas durante su estancia en Roma a Rome Reports, el arzobispo de Managua ha llegado a comparar la situación con las dos guerras que ha vivido el país, en las que murieron más de 50.000 personas. «Pero había personas armadas. Un grupo armado contra otro grupo armado. Pero en este caso no. Ha sido contra personas que iban caminando por la calle sin arma o alguien detrás de una barricada, quizá con un mortero… Entonces esto es mucho más duro que una guerra», aseguró.

Se ha referido también a los grupos de disidentes que permanecen encarcelados. No obstante, tanto los sacerdotes católicos como la Comisión de Verificación y Seguridad creada en la mesa de diálogo nacional, de la que la CEN es mediadora y testigo, «siguen intercediendo para que estos muchachos puedan salir de la cárcel», aseguró.

En el horizonte, apuntó que como «hombres de paz», siguen «pidiéndole al Señor» que conceda la concordia prontamente. «Para que la familia pueda tener más tranquilidad y no esté en suspenso cada día, de que uno de sus miembros pueda fallecer, ser herido o hecho prisionero», concluyó el cardenal, precisamente creado por el Papa argentino en febrero de 2014.