El Papa rechaza volver «a una normalidad enferma de injusticia»
«No podemos esperar que un modelo económico injusto e insostenible, resuelva nuestros problemas»
En tono más bien duro, el papa Francisco ha rechazado este miércoles la vuelta «a una llamada “normalidad” enferma de injusticias, desigualdades y degrado ambiental», tres anomalías que la pandemia está agravando. El sueño de volver al pasado cuando se logre el control sobre el coronavirus es un espejismo engañoso.
Según el Santo Padre, «no podemos esperar que un modelo económico que es la base de un desarrollo injusto e insostenible resuelva nuestros problemas. No lo ha hecho y no lo hará, incluso si algunos falsos profetas siguen prometiendo el ‘efecto cascada’ que no llega nunca».
Se refería a la teoría popularizada hace cuatro décadas en Estados Unidos como trickle down economics, similar al modo en que se van llenando de champán, de arriba abajo, las copas dispuestas en una pirámide. En su opinión, la estafa consiste en que «cuando la copa de arriba esta casi llena, crece, y la “cascada” del líquido a las de abajo no se produce nunca».
En su encuentro con medio millar de fieles participantes en la audiencia general al aire libre en el patio de San Dámaso, Francisco ha diagnosticado que «un pequeño virus sigue causando heridas profundas y desenmascara nuestras vulnerabilidades físicas, sociales y espirituales. Ha expuesto la gran desigualdad que reina en el mundo: desigualdad de oportunidades, de bienes, de acceso a la sanidad, a la tecnología, etc.».
Al mismo tiempo, el Papa ha hecho notar que «esas injusticias no son naturales ni inevitables. Son obras del hombre, provienen de un modelo de crecimiento desprendido de los valores más profundos. Por eso, para salir de la pandemia, tenemos que encontrar la cura no solamente para el coronavirus, sino también para los grandes virus humanos y socioeconómicos».
La tarea consiste en «construir, con la mirada fija en Jesús, la normalidad del Reino de Dios, donde el pan llega a todos y la organización social se basa en contribuir, compartir y distribuir».
Junto al cambio de modelo económico, se ha urgido al de actitud, pues «no podremos salir de la crisis “mecánicamente”, con unos aparatos que sí son importantes —la inteligencia artificial es importante, nos hace progresar y no debemos tenerle miedo— pero no pueden aportar la ternura, que es la señal de la presencia de Jesús».
El Papa se ha despedido de los millones de fieles que siguen estas catequesis por internet en el mundo entero recordando la festividad de san Jerónimo, «un estudioso apasionado de la Sagrada Escritura, que hizo de ella el motor y el alimento de su vida».
Concretamente, ha rogado «que su ejemplo nos ayude también a nosotros a leer y conocer la Palabra de Dios, “porque ignorar las Escrituras es ignorar a Cristo”».