El Papa pide rezar en el mes de marzo por la Iglesia en China

El Papa Francisco pide a los católicos del mundo que en este mes de marzo recen para que la comunidad católica en China «persevere en la fidelidad al Evangelio y crezca en unidad». Es la intención a la que está dedicada la edición de este mes de El Vídeo del Papa, un proyecto de la Red Mundial de Oración del Papa. En su mensaje, el Santo Padre afirma que en el gigante asiático «la Iglesia mira hacia delante con esperanza».

Los católicos chinos se enfrentan —continúa— al reto de ser «cristianos en serio, buenos ciudadanos que promuevan el Evangelio sin hacer proselitismo», ya que Evangelio se muestra a través del testimonio de vida. La petición de Francisco de rezar por los católicos chinos llega pocas semanas después del histórico encuentro entre monseñor Paul Richard Gallagher, secretario vaticano para las Relaciones con los Estados, y el ministro de Exteriores chino, Wang Yi.

La oposición de algunos sectores de la Iglesia a la firma en septiembre de 2018 del acuerdo provisional entre la Santa Sede y el Gobierno chino para el nombramiento de obispos ha llevado también, esta semana, a un intercambio de cartas entre el cardenal Joseph Zen, arzobispo emérito de Hong Kong y principal detractor de este pacto, y el cardenal Giovanni Battista Re, decano del colegio cardenalicio. Esta previsto que este acuerdo se revise en septiembre, bien para su renovación, su ampliación, o su anulación.

Los católicos chinos y la Iglesia universal

Desde la década de 1970, China ha visto un crecimiento significativo del cristianismo. En 2010, el Centro de Investigación Pew estimó que había 67 millones de cristianos en China, aproximadamente el 5 % de la población total. Otros estiman que esta cifra se acerca —según una actualización del 2018— a los 100 millones.

Sin embargo, la rama del cristianismo que más crece es el protestantismo, formado por comunidades independientes y menos marcado por el control del Gobierno y por la división. La Iglesia católica, en cambio, se ve en gran medida paralizada por la brecha entre los católicos que deciden aceptar las condiciones del régimen comunista y los que, al rechazarlas, han pasado décadas en la clandestinidad.

Dicho crecimiento muestra cómo esta nación sigue siendo una tierra fértil para cada vez más familias que creen en Jesucristo y su promesa, y que con gestos de servicio dan cuenta del Reino de Dios. La importante Carta de Benedicto XVI a los católicos chinos en mayo de 2007 y el mensaje del Papa Francisco a los católicos chinos y a la Iglesia universal de septiembre 2018, en el cual él mismo presentó el acuerdo provisional firmado entre la Santa Sede y el representante de la República popular de China, son pasos que se han dado en un camino hacia la recuperación de la unidad de la Iglesia en China.

«Camino largo y difícil»

En este contexto, el padre Frédéric Fornos, SJ, director Internacional de la Red Mundial de Oración del Papa (incluye el MEJ – Movimiento Eucarístico Juvenil), subraya que la intención de oración del Santo Padre para este mes tiene una finalidad espiritual y pastoral, pues favorecer la unidad de la comunidad católica en China en su diversidad, es promover el anuncio del Evangelio y su testimonio:

«Es normal que un camino así sea largo, difícil y lleno de malentendidos —el Evangelio está lleno de malentendidos—; por eso hay que rezar, pues el Señor, Creador del Cielo y de la Tierra, transforma el corazón en la oración y ayuda a la reconciliación», explica el sacerdote jesuita.

Vatican News / Redacción