El Papa pide «consumir menos carne» para salvar el medio ambiente
Anima a los jóvenes que participan en la Conferencia Europea de la Juventud a comprometerse contra la guerra y en favor del Pacto Educativo Global
«Es urgente reducir el consumo no solo de combustibles fósiles, sino también de muchas cosas superfluas; e igualmente, en ciertas zonas del mundo, sería conveniente consumir menos carne, esto también puede ayudar a salvar el medio ambiente». Esta es uno de las sugerencias que el Papa Francisco hace a los jóvenes que participan estos días en Praga en la Conferencia Europea de la Juventud.
En un mensaje articulado en torno a tres grandes cuestiones —el Pacto Educativo Global, el medio ambiente y la guerra en Ucrania—, el Pontífice anima a los jóvenes a no dejarse seducir «por los cantos de sirena que proponen una vida de lujo reservada a una pequeña porción del mundo» y a llevar a cabo iniciativas para «dar la vuelta a esta tendencia autodestructiva».
«Os hará bien leer la encíclica Laudato si’, donde creyentes y no creyentes encuentras sólidas motivaciones para comprometerse a favor de una ecología integral. Educar, por lo tanto, para conocer no solo a uno mismo y a los demás, sino también a la creación», añade.
Francisco también los ha invitado a consultar Fratelli tutti y el Documento sobre la Fraternidad Humana al hablarles del Pacto Educativo Global. En este sentido, les ha recordado que el objetivo es «educar a todos en una vida más fraterna, basada no en la competitividad, sino en la solidaridad».
Y continúa: «Que vuestra aspiración no sea la de entrar en entornos educativos de élite, donde solo pueden acceder los que tienen mucho dinero. Más bien hay que valorar aquellas realidades que combinan la calidad educativa con el servicio a los demás, sabiendo que la finalidad de la educación es el crecimiento de la personas orientado al bien común. Excelencia sí, pero para todos, no solo para algunos».
Una «guerra absurda»
Ante la «guerra absurda» que se libra en Ucrania, invita a los jóvenes a fijarse en dos figuras que se opusieron a régimen nazi, Franz Jägerstätter y Dietich Bonhoeffer, que se negaron a sumarse al ejército de Hitler y hacer la guerra para él. «Franz prefirió ser asesinado antes que matar. Consideraba la guerra totalmente injustificada. Si todos los jóvenes llamados a las armas hubieran hecho lo mismo que él, Hitler no habría podido realizar sus diabólicos planes. El mal necesita cómplices para ganar. […] Dietrich Bonhoeffer tuvo el mismo trágico final», afirma.
A modo de conclusión, el Papa insiste a los jóvenes que «sean capaces de generar nuevas ideas, nuevas visiones del mundo, de la economía, de la política, de la convivencia social». Y cierra: «Pero no solo de nuevas ideas, sino, sobre todo, de nuevos caminos para recorrerlos juntos».