El Vaticano premia a Jaime Tatay por su trabajo sobre ecología integral - Alfa y Omega

El Vaticano premia a Jaime Tatay por su trabajo sobre ecología integral

La Fundación Centesimus Annus premia el libro Ecología integral, del jesuita español. «Estamos avanzando, quizá no tan rápido como deberíamos, pero poco a poco se están alcanzando objetivos importantes», afirma

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Jaime Tatay, premiado por la Fundación Centesimus Annus. Foto: Facultad de Teología San Vicente Ferrer.

La fundación vaticana Centesimus Annus ha premiado al jesuita español Jaime Tatay, profesor de la Facultad de Teología de Comillas, por su libro Ecología integral. La recepción católica del reto de la sostenibilidad. Con este galardón anual, la Fundación reconoce obras «especialmente originales y de excepcional calidad» dedicadas a la aplicación de la doctrina social de la Iglesia en el ámbito económico y social.

«Está claro que todo lo relacionado con la ecología integral es uno de los temas que más está interesando, no solo en la Iglesia sino también en la sociedad en general», afirma Jaime Tatay, premiado este año junto al también jesuita Patrick Riordan, autor de un estudio sobre el impacto del principio bien común en la esfera pública.

Tatay, ingeniero de Montes y miembro de Ecojesuit, la plataforma de la Compañía de Jesús para la promoción de la ecología, señala que aunque se están derribando muchos prejuicios entre los católicos sobre este asunto, «la Iglesia es una realidad muy diversa y es difícil pronunciarse en su globalidad. En Filipinas, Alemania o el Congo esta sensibilidad se percibe de un modo distinto, y siempre va a depender de los grupos y de las personas. En este, como en muchos otros temas, las reacciones van de la euforia al rechazo, y no solo en la Iglesia sino entre la gente en general».

En cualquier caso, es precisa «una labor fundamental de sensibilización», afirma el jesuita, para reconocer que «todo lo que afecta al ser humano es objeto del interés de la Iglesia. Dios se ha encarnado en este mundo, no es meramente una idea, y por eso lo que afecta a la humanidad nos afecta también como creyentes».

Así, «no es una cuestión solamente de convicciones religiosas, sino de formación básica», pues «más allá de lo religioso hay multitud de evidencias que indican la necesidad de concienciarnos sobre este tema, no solo a nivel eclesial sino también social y económico».

Tatay, que participó en la COP 21 en París y también en la COP 25 celebrada en Madrid, hace balance de la Cumbre Mundial por el Clima de Glasgow que tuvo lugar en noviembre: «Se está avanzando, quizá no tan rápido como nos gustaría y como nos señalan muchos científicos, pero ya ha habido decisiones importantes relativas a la deforestación, a la reducción de los combustibles fósiles y de las emisiones de metano, y a la implicación de las empresas. Poco a poco se están logrando objetivos en este campo que son necesarios».