El Papa pide a los sacerdotes de Roma «ser creíbles y ejemplares» - Alfa y Omega

El Papa pide a los sacerdotes de Roma «ser creíbles y ejemplares»

León XIV recibe al clero de la diócesis de Roma y le llama «a la unidad y a la comunión» frente a «las seducciones del mundo»

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
El Papa con los sacerdotes de su diócesis
El Papa con los sacerdotes de su diócesis. Foto: Vatican News.

El Obispo de Roma se ha encontrado este jueves con los sacerdotes y seminaristas de su diócesis, a quienes ha llamado «un tesoro precioso» y les ha transmitido su deseo de «comenzar a caminar juntos».

«Nos hemos comprometido todos a ser sacerdotes creíbles y ejemplares», les ha dicho el Papa, por lo que «conscientes de los límites de nuestra naturaleza hemos recibido una gracia extraordinaria». El Papa León ha agradecido también su vida «entregada al servicio del Reino, por tanta generosidad en el ejercicio del ministerio», y también «por todo lo que vivido en silencio y que, a veces, ha estado acompañado de sufrimiento o de incomprensión», informa Vatican News.

La de Roma es «una diócesis realmente particular, porque muchos sacerdotes llegan de distintas partes del mundo, a menudo para estudiar», lo cual se refleja en la vida pastoral de las parroquias, «llamadas a un impulso de universalidad y de acogida recíproca». En este sentido, el Papa ha centrado su pensamiento en dos conceptos que lleva «en el corazón», como son «la unidad y la comunión».

«El presbítero ha sido llamado a ser el hombre de la comunión, porque él la ha vivido en primer lugar y la ha alimentado constantemente», les ha dicho el Papa sobre un elemento «hoy obstaculizado por un clima cultural que favorece el aislamiento». Tampoco los sacerdotes «se ven exentos de estas amenazas que ponen en riesgo la solidez de nuestra vida espiritual y la fuerza de nuestro ministerio», ha reconocido.

Por eso, ha reclamado un impulso a la fraternidad entre sacerdotes, «prestando atención a las relaciones interpersonales», y también a lo que habita en el propio corazón, «especialmente ese sentimiento de cansancio que surge por haber vivido dificultades particulares, por no habernos sentido comprendidos y escuchados, o por otras razones».

El Papa se ha detenido en la importancia de la ejemplaridad, pues nadie se ve exento «de las seducciones del mundo, con sus mil propuestas», que pueden echar a perder los valores profundos del sacerdocio. Por este motivo, les ha pedido «dejarse atraer nuevamente por la llamada del Maestro, sentir y vivir el amor del primer momento, aquel que los ha llevado a tomar decisiones firmes y renuncias valientes».