Francisco lamenta que se nieguen los derechos de los no nacidos y de los moribundos - Alfa y Omega

Francisco lamenta que se nieguen los derechos de los no nacidos y de los moribundos

Pide a los juristas católicos que afirmen y protejan los derechos de los más débiles «en un sistema económico que excluye a los que no tienen voz»

Redacción
El Papa Francisco recibió en audiencia a un grupo de juristas católicos italianos. Foto: Vatican Media.

El Papa Francisco ha lamentado este viernes que se nieguen los derechos de los más débiles, entre ellos, de los niños no nacidos y de los moribundos. Así lo ha manifestado en una audiencia con los miembros de la Unión de Juristas Católicos Italianos con motivo de su 70 Congreso Nacional de Estudios, informa Europa Press.

«Los derechos de los trabajadores, de los migrantes, de los enfermos, de los niños no nacidos, de los moribundos y de los más pobres se descuidan o se niegan cada vez más. Los que no tienen capacidad de gastar y consumir parecen no valer nada», ha señalado.

Para el Pontífice, una sociedad que niega «el derecho a una vida digna, a los cuidados físicos, psicológicos y espirituales o a un salario justo» es una sociedad que niega «la dignidad humana».

Del mismo modo, ha subrayado que «los abusos, la violencia, la negligencia y las omisiones no hacen sino aumentar la cultura del descarte» y que «los que no tienen protección siempre serán más marginados».

El Papa ha citado, en concreto, el caso de los jornaleros. «Cuántos son –perdón por la palabra– usados para recoger fruta o verdura. Y luego pagados miserablemente y echados sin ninguna protección social», ha agregado.

Una llamada a la fe

Por ello ha pedido a los juristas católicos que pongan en juego sus competencias, conciencia y sentido de la responsabilidad para «invertir el rumbo». «Porque incluso los últimos, los indefensos y los débiles tienen derechos que deben ser respetados y no pisoteados. Y eso es una llamada intrínseca a nuestra fe», ha recalcado.

Así, le ha dicho que su misión es la de «afirmar y proteger los derechos de los más débiles en un sistema económico y social que pretende incluir la diversidad, pero que, de hecho, excluye sistemáticamente a los que no tienen voz».