El Papa insta a «decir la verdad, pedir perdón y empezar de nuevo» ante los escándalos - Alfa y Omega

El Papa insta a «decir la verdad, pedir perdón y empezar de nuevo» ante los escándalos

En la audiencia, Francisco ha hecho un llamamiento al amor, porque solo este «nos hace capaces de decir plenamente la verdad, de decir lo que está mal, pero también de reconocer todo el bien y la santidad presente» en la Iglesia

José Calderero de Aldecoa
Un momento de la audiencia del Papa. Foto: Reuters / Remo Casilli.

«Allí donde nuestros errores se convierten en escándalo, pidamos a san José tener la valentía de hacer verdad, pedir perdón y empezar de nuevo humildemente». Pedir perdón y empezar de nuevo, este es uno de los muchos mensajes que ha lanzado el Papa, este miércoles, durante la catequesis de la audiencia general.

Francisco se refería a los errores personales, pero estos son también los de la Iglesia, a la que «es común criticar» en esta época y «subrayar sus incoherencias, pecados». En realidad, «son nuestras incoherencias, nuestros pecados, porque desde siempre la Iglesia es un pueblo de pecadores que encuentran la misericordia de Dios».

Junto a la petición de perdón, el Pontífice ha hecho un llamamiento al amor, un llamamiento a amar «a la Iglesia tal y como es», porque «solo el amor nos hace capaces de decir plenamente la verdad, de decir lo que está mal, pero también de reconocer todo el bien y la santidad que están presente en ella».

Custodiar a los pobres

Durante la catequesis, la última que ha dedicado a san José, el Santo Padre ha reflexionado también sobre su título de patrono de la Iglesia, que le viene conferido por «la tarea» que tiene de «proteger a Jesús y a María».

También nosotros, según el Papa, «debemos preguntarnos siempre si estamos protegiendo con todas nuestras fuerzas a Jesús y María, que están misteriosamente confiados a nuestra responsabilidad». De hecho, «el Hijo del Altísimo vino al mundo en una condición de gran debilidad».

La manera actual de proteger al Niño y a su Madre aparece en el Evangelio. Es el mismo Jesús el que dice: «Cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis». Por tanto, «toda persona que tenga hambre y sed, todo extranjero, toda persona sin ropa, todo enfermo, todo preso es ese Niño» al que nosotros podemos custodiar.

Francisco ha concluido instando a «amar al Niño y a su Madre; amar los sacramentos y al pueblo de Dios; amar a los pobres y nuestra parroquia».