Francisco continúa con su recuperación de la cirugía y destaca la labor de los sanitarios
Los análisis de sangre del Pontífice han sido «satisfactorios», sigue el tratamiento indicado y va poco a poco retomando el trabajo
La Santa Sede ha informado este sábado de que la evolución clínica del Papa Francisco es la «esperada» y que la jornada ha sido «tranquila». «Los análisis de sangre son satisfactorios —añade— y sigue el tratamiento indicado».
El Papa está reanudando el trabajo poco a poco y sigue dando pequeños paseos. El viernes por la tarde celebró la Eucaristía en la capilla privada, y cenó a última hora «con los que le están asistiendo durante estos días».
Este último parte añade también que Francisco está constatando de primera mano la «calidad humana del personal médico y sanitario que le atiende». «Ha dirigido un pensamiento especial a todos aquellos que con atención y compasión eligen el rostro del sufrimiento, involucrándose en una relación personal con los enfermos, sobre todo con los más frágiles y vulnerables».
Está previsto que este domingo, 11 de julio, el Pontífice rece el ángelus desde la décima planta del hospital Gemelli.
Viernes 9 de julio
El viernes se avanzaba que la recuperación del Papa era normal, que comía con regularidad y continuaba con los tratamientos programados. Además, había reanudado su trabajo, que alternaba con la lectura y los paseos por el pasillo.
En la tarde del jueves celebró la Eucaristía en su habitación junto con las personas que lo asisten estos días de hospitalización.
En las últimas 24 horas el Pontífice no había presentado fiebre. Como en días anteriores, daba las gracias «por los numerosos mensajes de afecto y cercanía que recibe a diario y pide que se siga rezando por él».
Jueves 8 de julio
Los exámenes a los que se fue sometido el jueves —pruebas rutinarias, pruebas microbiológicas y tomografía de tórax y abdomen— dieron «negativo». Ese día, el parte médico indicó que a última hora de la tarde del miércoles, el Pontífice tuvo «unas décimas de fiebre».
Por otra parte, Francisco saludó afectuosamente a los pacientes del cercano departamento de oncología pediátrica y neurología infantil y, según detalló Bruni, dirigía su mirada a todos los que sufren, expresando su cercanía a los enfermos, especialmente a los más necesitados de cuidados».
Miércoles 7 de julio
En el parte del miércoles ya se daba cuenta de que el posoperatorio era «normal y satisfactorio», que estaba comiendo de forma regular y que la terapia parenteral fue suspendida. También avanzó que el examen histológico definitivo confirmaba el diagnóstico: una estenosis diverticular grave con signos de diverticulitis esclerosante. Entonces, el Pontífice se mostró «conmovido por los numerosos mensajes y el cariño recibidos en estos días y expresa su gratitud por la cercanía y la oración».
Martes 6 de julio
El propio Bruni ya manifestó el martes que el posoperatorio era «normal» y «los controles rutinarios son buenos». Además, añadió que, tras pasar buena noche, el Papa se había levantado y caminado, había desayunado y leído algunos periódicos durante la mañana.
Lunes 5 de julio
Las noticias ya eran muy positivas el lunes, cuando confirmó que se encontraba «en buen estado general, consciente y respirando por sí mismo» después de la cirugía del domingo. Durante la misma, que «duró unas tres horas», se le practicó una hemicolectomía izquierda; es decir, la extirpación de la parte izquierda del colon, debido a una estenosis diverticular. Si no se producen complicaciones, «se espera una hospitalización de unos siete días», añadió Bruni.
La operación
La intervención estaba programada y se llevó a cabo en el Hospital Policlínico Gemelli de Roma. Fue el domingo, al filo de la medianoche, cuando Bruni explicó en un escueto comunicado que el Papa había reaccionado «bien» a la intervención, realizada bajo anestesia general.
La noticia de la operación del Papa se había conocido solo unas horas antes. Poco después del rezo del ángelus, que el propio Francisco había dirigido, como cada domingo, desde el balcón del Palacio Apostólico de la plaza de San Pedro, dejaba la residencia Santa Marta para ingresar en el hospital Gemelli.
Está previsto que durante el mes de julio el Santo Padre mantenga el ángelus de los domingos –en este último ha anunciado una visita pastoral a Eslovaquia el próximo mes de septiembre– pero no las audiencias de los miércoles, que se retomarán ya en agosto después del período vacacional.