El Papa ante 80 líderes religiosos en Kazajistán: «¡No justifiquemos nunca la violencia! Dios es paz» - Alfa y Omega

El Papa ante 80 líderes religiosos en Kazajistán: «¡No justifiquemos nunca la violencia! Dios es paz»

En la segunda jornada de su viaje apostólico a este país de Asia central, el Pontífice ha inaugurado el 7º Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales

Redacción
Francisco, durante su intervención en el congreso de líderes religiosos. Foto: CNS.

El Papa ha instado ante cerca de 80 líderes religiosos en Kazajistán a «no justificar nunca la violencia» al recalcar que «Dios es paz» y condenar las «ineficaces razones de la fuerza» para resolver los conflictos, informa Europa Press.

«No justifiquemos nunca la violencia! No permitamos que lo sagrado sea instrumentalizado por lo profano. Que lo sagrado no sea el accesorio del poder y que el poder no sea el accesorio de lo sagrado», ha pedido el Pontífice en el 7º Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales.

Francisco ha abierto con su discurso esta cita en la capital kazaja, Nursultán, en la que también participan otros líderes religiosos de otras confesiones como el gran imán de Al-Azhar, Ahmed al-Tayeb, y el gran rabino de Israel, David Lau. La gran ausencia ha sido la del patriarca ortodoxo de Moscú, Cirilo. El jefe del Departamento de Relaciones Eclesiásticas Exteriores del Patriarcado de Moscú, el metropolita Antonio de Volokolamsk, la ha justificado porque un encuentro entre el Papa y Cirilo habría eclipsado el congreso que en sus palabras «debe convertirse en un acontecimiento independiente debido a su especial importancia».

Siguiendo con su intervención, el Pontífice ha pedido esfuerzos para comprometerse «a promover que los conflictos se resuelvan no con las ineficaces razones de la fuerza, con las armas y las amenazas, sino con el encuentro, el diálogo, pensando en las nuevas generaciones».

Francisco, que ha sido el último líder religioso en tomar asiento en la sala, hasta donde ha llegado en silla de ruedas y ha sido recibido con un aplauso, ha condenado las actitudes de los líderes religiosos que «han inculcado sospechas y desprecio respecto a la religión, como si fuera un factor de desestabilización de la sociedad moderna».

«Seamos conciencias proféticas y valientes, hagámonos prójimos a todos, pero especialmente a los tantos olvidados de hoy, a los marginados, a los sectores más débiles y pobres de la sociedad, a aquellos que sufren a escondidas y en silencio, lejos de los reflectores», ha dicho

Del mismo modo, ha pedido a los líderes religiosos que se alejen de «los extremismos y los fundamentalismos» que profanan la religión «mediante el odio, el fanatismo y el terrorismo, desfigurando también la imagen del hombre».