El Papa anima a vincular ecología y derechos humanos

El Papa anima al Consejo de Europa a vincular ecología y derechos humanos

Francisco también se ha dirigido al encuentro de Jóvenes por el Clima para darles las gracias por su compromiso con el medio ambiente: «Sois el presente»

Redacción
Ambiente
Manifestación para pedir medidas contra el cambio climático, el 17 de septiembre en Londres. Foto: Reuters / Caitlin Ochs

«No queda más para esperar, debemos actuar». Con estas palabras, el Papa Francisco ha exhortado a la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa sobre medio ambiente a dar pasos concretos. Pasos como la creación de «un nuevo instrumento jurídico que vincule el cuidado del medio ambiente al respeto de los derechos humanos fundamentales».

Esta iniciativa, que prepara el Consejo de Europa, se mira con interés desde el Vaticano. «Cualquier instrumento que respete los derechos humanos y los principios de la democracia y del Estado de Derecho, que son valores fundamentales del Consejo de Europa, puede ser útil para afrontar este reto global». El Santo Padre ha subrayado también que cualquier iniciativa del Consejo de Europa «no debe limitarse solo al área geográfica de este continente, sino que, partiendo de nuestra querida Europa, debe llegar a todo el mundo».

Son algunas de las ideas contenidas en el mensaje que el Pontífice ha enviado a los participantes en un panel de alto nivel de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa. La cita, antesala de la cumbre sobre el clima COP26 prevista para el mes de noviembre en Glasgow, tiene como tema Medio ambiente y derechos humanos: derecho a un medio ambiente seguro, saludable y sostenible.

No a «vivir para consumir»

Citando un antiguo proverbio latino, el Papa ha invitado a «consumir para vivir, no vivir para consumir». En vez de «consumir de forma desenfrenada», ha advertido, «cada persona debe utilizar de la tierra lo necesario para su sustento». Esta actitud se opone a cuando el hombre «se considera el señor del universo y no su administrador responsable» y deja de reconocer su posición. Entonces, «justifica todo tipo de despilfarros, tanto ambientales como humanos, y trata a los demás y a la naturaleza como meros objetos».

Es necesario, ha afirmado Francisco, «un verdadero cambio de rumbo, una nueva conciencia de la relación del ser humano consigo mismo, con los demás, con la sociedad, con la creación y con Dios». Todo ser humano, y «nadie puede negarlo», tiene el derecho fundamental a «vivir con dignidad y a desarrollarse plenamente». Por ello, «estamos obligados a garantizar que cada persona viva con dignidad y tenga las oportunidades adecuadas para su desarrollo integral».

El Santo Padre ha invitado a pensar en los deberes que tenemos, y no solo en los derechos, pues entonces «pensamos únicamente en lo que se nos debe». Por ello, «debemos pensar en la responsabilidad que tenemos con las generaciones futuras, y en el mundo que queremos dejar a nuestros niños y jóvenes».

Por una cultura del compartir responsable

En esta misma línea, Francisco ha aplaudido este miércoles el activismo de los jóvenes que se preocupan por el cuidado del medio ambiente. «Ha llegado el momento de tomar decisiones sabias», ha afirmado en un vídeomensaje enviado el evento Youth4Climate (Jóvenes por el Clima) que se celebra estos días en Milán con el objetivo de recoger propuestas para la COP26, informa EFE.

Después de darles las gracias por «los sueños y proyectos que tienen» y por preocuparse «tanto por las relaciones humanas» como por la ecología, Francisco ha apuntado que «esta visión es capaz de poner en crisis al mundo de los adultos». Por eso, ha afirmado que «en estas cosas ustedes son el presente, los que están fabricando hoy, en el presente, el futuro».

Francisco ha pedido «ideas y proyectos comunes» que permitan «encontrar soluciones que superen la pobreza energética y que pongan el cuidado de los bienes comunes en el centro de las políticas nacionales e internacionales, favoreciendo la producción sostenible, la economía circular, la puesta en común de las tecnologías adecuadas». Aprovechando lo aprendido en los últimos años, es «posible una cultura del cuidado, una cultura del compartir responsable».