El Papa advierte de la «hipertensión social» provocada por la pandemia - Alfa y Omega

El Papa advierte de la «hipertensión social» provocada por la pandemia

Recibe a la Fundación Líderes por la Paz, presidida por el exprimer ministro francés Jean-Pierre Raffarin

Yago González
El Papa, en una imagen de archivo. Foto: Vaticano.

El Papa Francisco ha advertido este sábado de que la pandemia de la COVID-19, «con sus largas secuelas de aislamiento e hipertensión social, ha puesto inevitablemente en crisis incluso a la acción política, a la política como tal». El Santo Padre ha dirigido a estas palabras a la Fundación Líderes por la Paz, presidida por Jean-Pierre Raffarin, primer ministro francés entre 2002 y 2005, con quien ha mantenido un encuentro en el Vaticano.

El Sumo Pontífice ha señalado, no obstante, que «incluso este hecho puede convertirse en una oportunidad para promover una ‘política mejor’, sin la cual no es posible el desarrollo de una comunidad mundial, capaz de realizar la fraternidad a partir de pueblos y naciones que vivan la amistad social», tal como señala su encíclica Fratelli tutti.

«Por ejemplo: ciertas situaciones de crisis ambiental, desgraciadamente agravadas por la pandemia, pueden y deben provocar una asunción más decidida de responsabilidades, en primer lugar por parte de los máximos dirigentes, y luego, en cascada, también en los niveles intermedios y en toda la ciudadanía», ha exhortado el Papa.

En ese sentido, Francisco ha indicado que «no es raro que las solicitudes y propuestas vengan de ‘abajo’», las cuales «a veces son instrumentalizadas para otros intereses por grupos ideologizados», ya que «siempre hay el peligro de la ideologización». El Papa ha animado a los líderes políticos a «desempeñar un papel constructivo, principalmente fomentando un buen conocimiento de los problemas y sus causas fundamentales».

Más allá de la teoría

Respecto al papel de las instituciones, el Sumo Pontífice «urgió a fomentar el diálogo y la colaboración multilateral, porque los acuerdos multilaterales garantizan mejor que los bilaterales el cuidado de un bien común realmente universal y la protección de los Estados más débiles». «No nos quedemos en discusiones teóricas, tomemos contacto con las heridas, toquemos la carne de los perjudicados», ha destacado el Papa.