El Papa acepta la renuncia del cardenal Lacunza dos semanas después de su breve desaparición

El Papa ha aceptado este jueves la renuncia de José Luis Lacunza, cardenal español y obispo desde 1999 de la diócesis de David, en Panamá. Cumplirá 80 años el 24 de febrero, momento en que dejará de ser elector en un hipotético cónclave. Cumpliendo el Código de Derecho Canónico, Lacunza, originario de Navarra, ya presentó su renuncia en 2019, al cumplir 75 años. Francisco no la había aceptado hasta ahora.

La decisión del Papa llega apenas dos semanas después de que el purpurado realizara lo que él mismo definió como «una trastada». Desde la tarde del 30 de enero, después de salir en su coche hacia el distrito de Bugaba, hasta la del 1 de febrero, pasó 48 horas ilocalizable. Su desaparición preocupó a la Iglesia del país y llevó a su conferencia episcopal y a varias diócesis a pedir «a todo el pueblo de Dios unirse en permanente oración pidiendo para que prontamente podamos conocer su paradero». También lo hizo la Conferencia Episcopal Española en una nota firmada por su presidente, el cardenal Juan José Omella, y su secretario general, Francisco César García Magán.

Cuando lo encontraron unas horas después de hacerse pública la noticia, estaba «desorientado». Unos días después se excusó por lo sucedido. «Quiero ofrecerles mis disculpas y pedirles perdón por el disgusto que les causé los días pasados, sé que pasaron un mal rato. Algunos derramaron abundantes lágrimas. No me las merezco», dijo durante una Misa el 4 de febrero en la catedral de San José, de David. En su homilía reiteró su agradecimiento por las oraciones recibidas.

Según ha informado la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Lacunza será relevado al frente de su diócesis por el franciscano Luis Enrique Saldaña Guerra, hasta ahora provincial de la Orden de Frailes Menores en Centroamérica y el Caribe. Es panameño, nació el 24 de febrero de 1966 en la ciudad de David, hizo su profesión solemne como franciscano en 2002 y fue ordenado sacerdote en 2006.