El paciente. El peso de oír al otro - Alfa y Omega

El paciente. El peso de oír al otro

Iñako Rozas Mera
Steve Carell y Domhnall Glesson son psicólogo y paciente, víctima y secuestrador.
Steve Carell y Domhnall Glesson son psicólogo y paciente, víctima y secuestrador. Foto: Disney Plus +.

A veces escuchar también duele. No por lo que el otro dice o pueda decir, sino por lo que nos obliga a ver de nosotros mismos en sus palabras. En El paciente, un psicólogo —encarnado por el magnífico Steve Carell— es secuestrado por su paciente —inquietantemente dramatizado por Domhnall Gleeson—, un asesino que le pide ayuda para dejar de matar. Encerrado en un sótano, el terapeuta sigue haciendo lo único que sabe hacer: escuchar. No puede huir, pero tampoco calla. Y en ese diálogo forzado se revela algo más profundo que el miedo: la posibilidad de la compasión incluso en medio del horror. Véanla en Disney +, son solo diez episodios.

La serie no busca justificar el mal, sino mirarlo de frente sin renunciar a la esperanza. Nos recuerda que acompañar a alguien no siempre significa salvarlo. A veces solo significa estar presente, sostener su historia, escuchar su culpa o su dolor sin pretender borrarlo. Hay personas cuyo peso no podemos quitar, heridas que no podemos curar, decisiones que no podemos revertir. Y, sin embargo, nuestra presencia tiene valor: ser testigo, reflejar que no está solo, ofrecer un oído atento y un corazón abierto. Esa atención callada, ese acto discreto de humanidad, es un amor silencioso, casi invisible, que recuerda que la compasión no es otra cosa que un acompañamiento sin condiciones.

Pienso ahora en aquel buen samaritano. El herido del camino no tiene nombre, ni biografía, solo el dolor y las heridas provocadas. Los demás pasan de largo porque mirar cuesta, pero el samaritano se detiene, se acerca y escucha su silencio. No quiere dar ejemplo, solo ofrece compasión. Oír al que sufre —aunque parezca no merecerlo, aunque no sepamos qué decir— sigue siendo la forma más radical de amar. Quizá de eso trata también la serie: de aprender a escuchar incluso cuando el otro es el enemigo, cuando su historia nos hiere. Porque hay algo divino en quien se queda a oír cuando todos los demás ya se han ido.