El nuncio en Nicaragua se marcha del país centroamericano - Alfa y Omega

El nuncio en Nicaragua se marcha del país centroamericano

El polaco Waldemar Stanislaw Sommertag «se ausentó del país el día 6 de marzo», explica la Nunciatura Apostólica, sin especificar si se trata de una salida temporal o permanente

José Calderero de Aldecoa
El nuncio antes de abandonar Nicaragua. Foto: Vatican News.

El pasado domingo 6 de marzo el nuncio apostólico en Nicaragua, el polaco Waldemar Stanislaw Sommertag, dejó el país centroamericano y la misión diplomática estará ahora dirigida por el secretario de la entidad, Marcel Mbaye Diouf.

La noticia fue publicada por la propia Nunciatura, que envió un comunicado a todas las misiones diplomáticas y organismos internacionales acreditados en Nicaragua. «La Nunciatura Apostólica (…) tiene el honor de informarles que el excelentísimo señor nuncio apostólico, monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag, se ausentó del país el día 6 de marzo», se lee en la nota recogida por Efe.

En el comunicado, no se especifica si la ausencia de Sommertag será temporal o permanente, o si esta se ha producido por la posición crítica de la Iglesia contra el régimen de Daniel Ortega y su mujer Rosario Murillo.

Fin al decanato

En noviembre pasado, días después de las controvertidas elecciones generales que se vivieron en el país, el Gobierno de Nicaragua anuló vía decreto la figura de decano del cuerpo diplomático. Desde el año 2000, esta correspondía al nuncio apostólico.

Ortega reformó el artículo 6 del acuerdo que regula el protocolo del Estado en el que el Gobierno de Nicaragua reconocía como «decano del cuerpo diplomático al nuncio apostólico de Su Santidad, y, en su ausencia, al embajador que hubiere sido acreditado con mayor antigüedad».

Obispos, «terroristas»

El presidente, que fue reelegido en unas elecciones tildadas de fraudulentas por la comunidad internacional, inició su campaña el 4 de octubre pasado llamando «terroristas» a los obispos nicaragüenses que actuaron como mediadores del primer diálogo nacional con el que se buscaba también una salida pacífica a la crisis que vive el país desde 2018.

Asimismo, el líder sandinista los ha calificado de «golpistas» y les ha acusado de ser cómplices de fuerzas internas y de grupos internacionales que, a su juicio, actúan en Nicaragua para derrocarlo.