El hombre que vendió su piel. Mercancía artística o libertad - Alfa y Omega

El hombre que vendió su piel. Mercancía artística o libertad

Juan Orellana
Escena de 'El hombre que vendió su piel'

Sam Ali (Yahya Mahayni) es un refugiado sirio que huye de su país sin dinero y con el único deseo de buscar a Abeer (Dea Liane), la mujer a la que ama, que se ha marchado a Bruselas. Cuando un famoso artista posmoderno, Jeffrey Godefroi (Koen de Bouw), le propone tatuarle una obra de arte en la espalda a cambio de dinero, Sam lo acepta, por la posibilidad de lograr llegar a Bruselas y recuperar a su amada.

Una interesantísima película sobre los límites éticos del arte, el drama de los refugiados y la voracidad de un capitalismo que pervierte la creación artística. Pero, sobre todo, es una poderosa historia de amor. A pesar de todos los condicionantes contractuales que constriñen la vida de Sam desde que acepta convertirse en una mercancía de arte, él se siente libre porque su única motivación es el amor a Abeer. La película del tunecino Kaouther Ben Hania cuenta con una puesta en escena potente y esmerada, al servicio de una historia original y sugerente.

El hombre que vendió su piel
Director:

Kaouther Ben Hania

País:

Túnez

Año:

2020

Género:

Drama

Público:

Pendiente de calificación

Cartel de 'El hombre que vendió su piel'