El Gobierno de Ucrania agradece la labor del Vaticano en el retorno de niños deportados
Uno de los asesores más escépticos sobre la labor de la Santa Sede, el asesor presidencial Mykhailo Podolyak, expresa a Avvenire su «gran agradecimiento» al cardenal Zuppi
Mykhailo Podolyak, asesor del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, manifestó el pasado miércoles «un gran agradecimiento» por el «trabajo fructífero» del cardenal Matteo Zuppi, enviado del Papa Francisco para trabajar por la paz en Ucrania. En declaraciones al periódico italiano Avvenire, Podolyak asegura que su misión de «diplomacia humanitaria» ha llevado a establecer un mecanismo para negociar el regreso a Ucrania de muchos niños deportados a Rusia por las fuerzas de ocupación, sobre todo en los primeros meses del conflicto, aseguró.
En las últimas semanas, informa el diario de la Conferencia Episcopal Italiana, se han producido diversas entregas de niños a organizaciones humanitarias y a emisarios de la Santa Sede. Además, el Papa Francisco también se ha comprometido desde el principio con lograr el intercambio de prisioneros de guerra. «Es muy positivo que estén tratando de resolver estos enormes y muy complejos problemas», valora el asesor.
Las declaraciones del político ucraniano resultan significativas porque en el pasado fue uno de los líderes del país más escépticos sobre la postura de la Santa Sede. A veces, se había expresado incluso en un tono beligerante, lo que había obligado a Kiev a distanciarse de sus declaraciones y afirmar que eran consideraciones «personales» y no la opinión oficial de Zelenski.
Ahora, en cambio, destaca el hecho de que el Vaticano ha logrado que «varios países se hayan unido» para abordar estas cuestiones. Un logro relevante ya que «Rusia es absolutamente indiferente al destino de las personas y los niños», explica.
Las alabanzas de Podolyak ratifican la satisfacción del Ejecutivo ucraniano con la labor de Zuppi. Se producen unas semanas después de que Zelenski les concediera la Orden del Mérito tanto a él como al secretario de Estado del Vaticano, cardenal Pietro Parolin. El decreto destacaba su «importante contribución personal al fortalecimiento de la cooperación interestatal, al apoyo a la soberanía estatal y a la integridad territorial de Ucrania, a la divulgación del Estado ucraniano en el mundo». Kiev ha valorado asimismo que el nuncio en el país, Visvaldas Kulbokas, fuera de los pocos embajadores que no se marchó de la capital ni siquiera en los peores momentos de la invasión.