«El éxito es de Dios»

Además de Verónica —cuyo testimonio apareció en esta misma sección hace dos semanas—, el otro joven madrileño que describió su experiencia en las JMJ durante el encuentro internacional sobre ellas (del 3 al 5 de abril pasado en Roma) fue Santiago Pérez de Camino Gaisse, de 22 años. Contó cómo, a raíz del encuentro de jóvenes con el Papa de Cuatro Vientos —«una JMJ de facto»—, se implicó en la Delegación diocesana de Infancia y Juventud, con la que ha participado en las JMJ de Colonia y Sídney. No ha sido tarea fácil —reconoció— ser a la vez organizador y peregrino, pero saber que los jóvenes han tenido un encuentro con Cristo «borra de un plumazo los sinsabores y sacrificios. No somos nosotros los que logramos el éxito de una peregrinación, sino que es Dios mismo, a través de nosotros, quien llega al corazón de cada uno». Lo que más le ha llamado la atención de las JMJ es «ver a personas tan distintas arrodilladas ante el Santísimo; te hace comprobar que Dios no distingue entre colores, letras o bailes». Después del «cuidado por los detalles más pequeños» experimentado en Sídney, el listón está alto, «pero eso nos ayuda a poner mayor empeño» para Madrid 2011. Y añadió: «Las JMJ no son un fin en sí mismo», sino un medio «cada vez más útil» para que los jóvenes se encuentren con Cristo.