El éxito de One of Us es «un salto histórico»
Este martes se han presentado en Madrid los resultados definitivos de la Iniciativa Ciudadana Europea One of us, que confirman los datos que se adelantaron la semana pasada: esta campaña ha superado ampliamente las expectativas. Pero, más allá de las cifras, su éxito supone «un salto histórico» por otro motivo: la capacidad que ha tenido para unir, en torno a un objetivo común, a entidades provida de todos los países de la Unión Europea
«Hemos dado un salto histórico en la defensa de la vida en el ámbito europeo. No sólo porque» la Iniciativa Ciudadana Europea (ICE) One of us sea la ICE que más apoyo ha logrado entre las primeras que se presentaron; «no sólo por los casi dos millones de firmas» -1.897.167- recogidas en toda Europa en defensa del embrión; sino porque «es la primera vez que todas las organizaciones en defensa de la vida trabajan juntas con un objetivo, y lo han alcanzado. Este es el salto histórico». Así resumió el eurodiputado don Jaime Mayor Oreja los resultados finales de One of us, presentados el martes pasado. Un día antes, las firmas recogidas en España se entregaron en la oficina del Censo Electoral.
Esto es importante -añadió- porque «el adversario que tenemos, el relativismo, está en el ámbito internacional y universal, está globalizado». Por ello, «esta batalla cultural en los nuevos tiempos que vivimos no se puede librar separadamente en cada uno de los países». Los movimientos provida «tienen que estar cada día más unidos a nivel europeo y nacional».
Por este motivo, los responsables de las entidades provida que han coordinado One of us se reunirán del viernes al domingo en Cracovia. El primer objetivo de este encuentro es hacer un balance de los resultados y preparar los siguientes pasos de la campaña: la validación de las firmas, la audiencia pública ante la Comisión Europea, la admisión a trámite y la discusión en el Parlamento. Otro objetivo complementario es analizar las posibilidades para seguir trabajando juntos, de forma más eficaz, en la defensa de la vida en Europa.
One of us, una campaña puesta en marcha por entidades provida de todos los países de la Unión, exige a las instituciones europeas que, en coherencia con la Sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea en el caso Brüstle vs. Greenpeace, no se financien actividades que destruyan embriones humanos o presupongan su destrucción (como la investigación con células troncales embrionarias), y que tampoco se destinen fondos de ayuda al desarrollo a entidades que promuevan el aborto.
Mayor Oreja también adelantó que el debate en las instituciones europeas probablemente no tenga lugar hasta junio o julio del año que viene, después de las elecciones europeas de mayo de 2014. «Es una batalla larga, difícil; hay que vencer una moda dominante y va a exigir sobre todo tenacidad y perseverancia. Habrá que ver el resultado, pero estoy seguro de que se marca un camino irreversible».
Esta Iniciativa Ciudadana Europea ha superado con creces los requisitos que establecía el Tratado de Lisboa. Además de casi duplicar el millón de firmas, 20 de los 28 países de la Unión han superado un mínimo legal establecido para ellos en función de su población, cuando sólo hacía falta que lo hicieran siete países.
Se han alcanzado también los objetivos, más ambiciosos, de las entidades organizadoras. Éstas aseguraban que era necesario conseguir 1,2 millones de firmas -para compensar las que pudieran ser rechazadas por estar incompletas o duplicadas-, pero aspiraban a alcanzar el millón y medio, que también superan ya por casi 300 mil firmas.
Con los últimos datos en la mano, España es el cuarto país de Europa por el número total de firmas recogidas (167.491), y el sexto en relación con el número de eurodiputados y la población (414 % del mínimo legal que se le exigía). El mayor apoyo, como viene sucediendo desde el inicio de la campaña, se ha logrado en Italia, que ha multiplicado por 11 (1.153 %) su mínimo legal, y ha recogido 631.024. Siguen a este país Polonia (651 %), Malta (562 %), Rumanía (554 %), y Portugal (446 %).
Especialmente meritorio es el caso de Croacia, que ha superado (con el 181 %) su mínimo en los menos de cuatro meses que han pasado desde su integración en la UE, el pasado 1 de julio. Los países con los peores resultados son Bulgaria (8 %), Finlandia (13 %) y Suecia (20 %).