«El Estado no es el dueño de la escuela ni de la educación»
En plena polémica por el anuncio de la Junta de Andalucía de retirar los conciertos educativos a los centros de enseñanza diferenciada, el cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Antonio María Rouco Varela, ha recordado que «el Estado no es el dueño de la escuela ni de la educación; el Estado es un servidor de las familias y de las personas, no su dueño, y lo mismo ocurre en otros aspectos, como en el matrimonio, la familia, o los niños». El cardenal Rouco realizó estas declaraciones la pasada semana, durante su intervención en el Foro Famadesa-COPE, de Málaga, donde abordó las relaciones entre la Iglesia y la sociedad. Durante su ponencia y en un coloquio posterior, el cardenal explicó que «el sistema educativo español, tal y como queda explicitado y diseñado en el artículo 27 de la Constitución, tiene dos pilares: el primero es el derecho de todos a recibir la educación en las fases obligatorias de la misma –Primaria, Secundaria–, y el segundo, el derecho de los padres a determinar la educación moral y religiosa de sus hijos, que incluye el derecho a la elección de un centro con ideario propio». Además, el cardenal Rouco señaló que «hay dos sentencias del Tribunal Constitucional, una del 83 y otra del 85, en las que se fija que los padres tienen el derecho a elegir centros con ideario propio (no del Estado, sino con ideario propio)», reconocen «que dicho ideario vincule a toda la acción docente y a toda la vida de la comunidad educativa», y que, como en ese ideario propio no se puede incluir el principio de gratuidad de la enseñanza, las Administraciones del Estado «tienen la obligación de incluir a ese centro en el cálculo de los factores que garantizan la gratuidad», a través de los conciertos educativos. Por eso, el cardenal recordó que, para hacer efectivo el derecho de las familias a elegir la educación que quieren para sus hijos, el Estado debe garantizar «la inversión que hay que realizar para la construcción de colegios», así como garantizar «que también en las escuelas del Estado, que deben ser neutrales, desde el punto de vista ideológico, se respete el derecho de los padres a la educación moral y religiosa de sus hijos».
Al abordar la situación de la asignatura de Religión católica en la escuela, el cardenal Rouco explicó que, para defender la presencia de esta materia en las aulas «no haría falta recurrir al Acuerdo entre España y la Santa Sede sobre la Enseñanza», si de verdad se garantizase, «en las escuelas del Estado, la elección de la clase de Religión y moral católica, o de otra confesión». No obstante, los Acuerdos educativos firmados entre la Santa Sede y España «facilitan y ayudan a desarrollar la acción jurídica en torno a la clase de Religión» y garantizan que «hay que respetarla, porque la norma que avala esta materia tiene rango de ley orgánica, y está garantizada jurídicamente por el Derecho internacional», descató el arzobispo de Madrid y Presidente de la Conferencia Episcopal Española.
Asimismo, el cardenal Rouco destacó que «existe una profunda relación entre la crisis económica y la crisis moral», relación que queda aún «más evidente en la crisis demográfica» que sufre Europa. «¿Qué habría pasado si hubiesen nacido todos los niños que no pudieron nacer desde el año 73 en la Europa occidental, y todos los que no pudieron nacer desde el año 17 en la Europa central y oriental, dominada por la URSS? ¿Cuántos jóvenes más tendríamos hoy en Europa? ¿Cien millones? Seguro que no menos. ¿Creen que con cien millones de jóvenes europeos más, en este momento, habría crisis económica? Yo creo que no», concluyó.