El equipo del CEU encuentra la llave de la arqueta funeraria de Calderón de la Barca - Alfa y Omega

El equipo del CEU encuentra la llave de la arqueta funeraria de Calderón de la Barca

La pieza ya se encuentra en fase de estudio. También ha aparecido un nuevo retrato del dramaturgo, cuya auténtica efigie viene siendo objeto de debate científico desde hace un siglo

José Calderero de Aldecoa
Foto: CEU

El equipo de profesores y arqueólogos de la Universidad San Pablo CEU que desde hace un mes busca los restos de Calderón de la Barca en la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores ha realizado un interesante hallazgo histórico: la arqueta con la llave que abre el arca funeraria del dramaturgo.

Se trata de una elegante arqueta de madera noble de veintitrés centímetros coronada con la cruz de la Orden de Santiago –a la que perteneció Calderón–, y con unas inscripciones laterales prácticamente ilegibles que aluden al primer traslado de los restos, explican desde la universidad.

La arqueta está realizada con los mismos materiales con los que se realizó la urna en la que reposa Calderón de la Barca, la cual se empezó a buscar hace dos años. Entonces, el equipo multidisciplinar encabezado por el profesor Pablo Sánchez Garrido comenzó con la investigación histórica sobre las circunstancias de la muerte y las traslaciones de Calderón.

El cofre con la llave «le fue entregado a la familia Calderón de la Barca durante alguno de los solemnes actos de exhumación y traslado de los restos. Los datos de la investigación indican que probablemente se hizo para el primero de los seis traslados, en 1841», ha explicado Sánchez Garrido.

La arqueta, que había sido robada durante la guerra civil, es propiedad de la condesa del Asalto, Teresa Morenés y Urquijo, quien la ha cedido al equipo científico de la Universidad San Pablo CEU para su investigación. Gracias a la luz ultravioleta, se espera que se pueda descifrar por completo la inscripción lateral de la llave.

Además, también ha aparecido un nuevo retrato de Calderón de la Barca, cuya auténtica efigie viene siendo objeto de debate científico desde hace un siglo, explican desde la universidad. El director de la investigación, Sánchez Garrido, ha señalado que el cuadro está aún en proceso de identificación y datación. El retrato, hasta ahora desconocido para la crítica calderoniana, es asimismo propiedad de los descendientes de Calderón. Fue igualmente robado durante la Guerra Civil y reintegrado a sus propietarios en 1939, junto con la urna.