El entorno también cura - Alfa y Omega

El entorno también cura

Los espacios luminosos influyen de forma positiva en el estado de salud de los pacientes al reducir la angustia y el estrés. La Fundación Aladina lo llevará a la práctica en un nuevo centro de día para niños con cáncer en el Hospital La Paz de Madrid

José Calderero de Aldecoa
Proyecto de hospital de día ideado por la Fundación Aladina. Se trata de convertir un espacio obsoleto en algo luminoso y agradable. Foto: Fundación Aladina.

Está comprobado que «los entornos agradables influyen anímica y psicológicamente» en los enfermos y mejoran su estado de salud. Así lo afirma Ishtar Espejo, directora de la Fundación Aladina. Esta entidad acaba de iniciar las obras para transformar la antigua y más lúgubre UCI pediátrica del Hospital La Paz de Madrid en un moderno, cómodo y luminoso hospital de día para pacientes oncológicos infantiles. Por eso no es baladí que la luz natural entre en los espacios o que el mobiliario sea cómodo y agradable. «El objetivo es humanizar el espacio y hacer lo más confortable posible el paso por el hospital de las familias que viven el duro trance de tener a un hijo con cáncer». Una propuesta que cada vez está más presente en las Consejerías de Sanidad de las diferentes comunidades autónomas. Madrid ya lleva años siguiendo esta tendencia, pero Castilla-La Macha, por ejemplo, lo ha implementado recientemente. Al presentar Horizonte 2025 —el pasado 15 de marzo—, la Consejería de Salud de esta región citaba la «reducción de los niveles de angustia y estrés que produce una enfermedad» como uno de los beneficios de la humanización de la salud.

En el caso del Hospital La Paz, fue el propio centro el que dio el primer paso. Cuando construyó una nueva UCI pediátrica en otra zona del centro, liberó ese espacio y se lo ofreció al jefe de oncología pediátrica para montar un hospital de día. «Lo que ocurría era que estaba situado en un lugar muy oscuro, con unas instalaciones obsoletas y se necesitaba una gran cantidad de dinero para reconvertir todo aquello en algo moderno y bonito», detalla Espejo.

Para 4.000 niños con cáncer

Concretamente, Aladina aspira a construir allí un nuevo centro de unos 800 metros cuadrados. Va a dar servicio a los más de 4.000 niños y adolescentes con cáncer que pasan cada año por estas instalaciones. «Tendrá dos zonas bien diferenciadas, una para transplantados —que están en una situación de más riesgo— y otra para pacientes oncohematológicos», explica Espejo. Se van a instalar, además, boxes de aislamiento «para los pacientes con un pronóstico delicado», así como diferentes salas de espera —diferenciadas por tratamientos— y varias salas de juegos.

Para este intenso lavado de cara hacen falta 1.250.000 euros, una cantidad que la fundación se ha propuesto conseguir a través de una campaña de recaudación de fondos masiva. «Ya llevamos la mitad: 627.332 euros», especifica la directora, que concluye la conversación con Alfa y Omega invitando a todos a colaborar con este proyecto tan necesario.

Antigua UCI pediátrica del Hospital La Paz, que albergará el nuevo hospital de día para oncología infantil. Foto: Fundación Aladina.

Ana Isabel de Diego, de 22 años, es una de las personas que ha decidido participar en la recaudación de fondos para el desarrollo del proyecto. La joven ha organizado, junto a su pareja, un concierto benéfico —que tendrá lugar el 26 de mayo, a las 20:00 horas, en el Palacio de Vistalegre— en el que tocarán artistas de renombre como Efecto Mariposa, Melocos o Natalia Lacunza junto con otros 20 grupos más, y cuyos beneficios irán de forma íntegra a la construcción del nuevo centro de día. «Soy estudiante de Medicina y estoy muy sensibilizada con el tema de la oncología pediátrica, pero creo que hay otras mil formas de ayudar a los enfermos más allá de la parte médica. Por eso hemos organizado este evento», explica De Diego, que también está matriculada en el Grado de Organización de Eventos y Comunicación Corporativa.

Su compromiso tiene que ver con la Fundación Aladina, con la que ha realizado varias experiencias de voluntariado, pero también es una forma de agradecer a Hospital La Paz lo que hicieron por su padre, que sufrió un ictus. «Gracias a los profesionales que lo atendieron ha podido salir adelante». Fue precisamente esta experiencia familiar la que llevó a De Diego a decantarse por la medicina, para poder ayudar a los demás, aunque ahora lo hará desde su faceta de organizadora de eventos. «Yo estoy dando la cara, pero esto no habría salido adelante sino hubiera sido por los artistas, que han renunciado a su caché, o por Vistalegre, que también ha puesto su granito de arena», concluye la joven.