El cáliz que levantó León en su primera Misa como Papa salió de España - Alfa y Omega

El cáliz que levantó León en su primera Misa como Papa salió de España

El orfebre Félix Granda lo fabricó hace un siglo «con una gran carga iconográfica»: pelícanos y delfines que se refieren al sacrificio de Cristo como guía de almas

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
León XIV levanta el cáliz con la Sangre de Cristo en su primera Misa como Papa
León XIV levanta el cáliz con la Sangre de Cristo en su primera Misa como Papa. Foto: YouTube.

Los primeros actos del pontificado de León XIV tuvieron a medio mundo pendiente de cada detalle, pero hubo que no se les escapó a los profesionales de los Talleres de Arte Granda: el cáliz que usó el Pontífice en su primera Misa con los cardenales, en la Capilla Sixtina, salió de su casa. «Tiene unos elementos muy característicos de Félix Granda», afirma Emilia González Martín del Río, doctora en Historia del arte, especializada en la historia de la empresa y colaboradora suya.

¿Cómo se dieron cuenta de que ese cáliz había salido de Granda?
Me mandaron una captura de pantalla desde la empresa y me preguntaron, porque sospechaban que podía ser suyo. Nada más verlo dije que sí, porque tiene unos elementos muy característicos.

«Un servicio a la Iglesia»

Francisca Soto, responsable del departamento de conservación y restauración de Granda, afirma que fue «un honor» ver el cáliz salido de sus talleres en manos del Papa León XIV. Fue una impresión similar a cuando vieron al cardenal Re, en el funeral por el Papa Francisco, con una de sus casullas. «Nos dio un vuelco el corazón», reconoce, al mismo tiempo que subraya que es «gratificante» comprobar cómo llega «a la vista de todo el mundo» el trabajo que desde Granda realizan «como un servicio a la Iglesia». Asimismo, añade que gracias a la investigación del director del Departamento de proyectos, Lucas Viar, «sabemos que este mismo cáliz lo utilizo ya Pablo VI en el año 1964». Y el sagrario del altar de la Salus Populi Romani, en Santa María la Mayor, donde está enterrado el Papa Francisco, también es de Granda, abunda.

«La empresa nace en 1891 porque era la fecha que daba su fundador, Félix Granda: ese fue el año en el que se ordenó como sacerdote», explica Emilia González Martín del Río. «A él le preocupaba cómo a finales del siglo XIX y principios del XX se estaban perdiendo todos los oficios tradicionales, incluso también en el arte sacro, en el que se estaban introduciendo formas de fabricación seriadas», añade, por lo que quiso elaborar, en concreto en el ámbito de la platería, unos elementos más originales. «Quiso devolver al arte sacro el esplendor que había tenido en siglos anteriores haciendo unas obras que desde el punto de vista técnico y desde el de la iconografía fuesen verdaderamente ricas», concluye.

¿Cuáles son?
El cáliz tiene unos elementos muy concretos. Mientras que en esa época era muy típico estar haciendo cálices neogóticos que se parecían unos a otros, o modernistas pero también bastante similares, él creó obras con una gran carga iconográfica. En este caso, son los esmaltes y los marfiles lo que más llama la atención.

¿Qué representan?
En la empresa se conserva un archivo de planos y de fotografías en el que aparece una foto de ese cáliz. Lo que más destacaría es que el esmalte se hace sobre un fondo traslúcido, que deja ver el metal del fondo. Y desde el punto de vista iconográfico, en el nudo tiene unos pelícanos que en el centro del pecho tienen una piedra preciosa, probablemente un rubí en forma de gota, hacia donde están dirigiendo el pico. Es un claro símbolo eucarístico, como Cristo dando el alimento a las almas. En la base tiene unos delfines que normalmente desde el arte paleocristiano también se asocian a Cristo como guía de las almas.

Fotografía de archivo del cáliz tras salir del taller

Fotografía de archivo del cáliz tras salir del taller. Foto: Granda.

¿Cómo acabó en Roma ese cáliz?
Por lo que he podido investigar hasta el momento, parece que fue fabricado entre 1925 y 1935. En esa horquilla de años, está documentado que hubo un cáliz que se regaló desde España al Papa Pío XI por el aniversario de su ordenación sacerdotal, a finales de 1929. El diario ABC contó la noticia entonces, pero a pesar de no describirlo dijo que «basta para imaginarse lo bonito que es saber que lo ha realizado Félix Granda». Posiblemente es el cáliz del que estanos hablando.