El búnker de semillas del Ártico guardará un libro de Francisco - Alfa y Omega

El búnker de semillas del Ártico guardará un libro de Francisco

Gracias a un exoesqueleto, Michael Haddad recorrerá a pie 100 kilómetros y dejará en un búnker del Ártico que guarda semillas de todo el mundo un mensaje del Papa

Victoria Isabel Cardiel C.
El Papa saluda a Michael Haddad durante la audiencia general del pasado 2 de junio. Foto: Vatican Media.

Con apenas 6 años un accidente de moto acuática lo dejó parapléjico, postrado en una silla de ruedas y con un control residual del 25 % de sus funciones motoras. Le dijeron que nunca volvería a caminar. Pero el libanés Michael Haddad, que ahora tiene 40 años y es embajador de buena voluntad para el cambio climático del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), no se dio por vencido. Su nueva vida comenzó gracias a un exoesqueleto que estabiliza su tronco, hombros y brazos diseñado para él por un grupo de ingenieros y médicos. No solo puede caminar, sino también esquiar o hacer escalada libre en la montaña. Incluso ha conseguido tres récords mundiales demostrando una gran capacidad de esfuerzo y determinación. «Decidí explorar mi potencial. Descubrí que nada es imposible y que siempre hay que ir más allá. Esto se debe a dos cosas: la fe y la determinación. Fe en nuestro Creador y fe en nosotros mismos», señala con convicción en conversación con Alfa y Omega mientras última los detalles de su próxima hazaña: caminar 100 kilómetros en diez días más allá del paralelo que marca el inicio del círculo polar ártico. Lo hará para sacudir las conciencias sobre las graves consecuencias del calentamiento global y la urgencia de tomar medidas concretas para atajar el cambio climático, porque ya «no hay más tiempo». «Lo que voy a hacer a partir del 14 de febrero en el Ártico no es una aventura, es una experiencia científica para evidenciar que la discapacidad puede ser transformada; lo hago para llamar la atención de los líderes de todo el mundo, para que lleven a cabo acciones concretas contra la emergencia del clima, porque ya no hay tiempo, como advirtieron recientemente en la COP26 de Glasgow», asegura Haddad.

De madre católica, este cristiano ortodoxo llevará hasta la llamada Arca de Noé, el búnker que desde 2008 guarda más de un millón de copias de seguridad de semillas provenientes de todos los países del mundo, un mensaje del Papa. Se trata de una versión minúscula –seis centímetros por ocho– del libro ¿Por qué tienen miedo? ¿Aún no tienen fe? «Es un gran honor para mí hacerlo. Agregaremos otra semilla, la de la esperanza del Santo Padre, que quedará allí para siempre, para que las nuevas generaciones puedan reflexionar», señala Haddad a pocos días de poner rumbo a la también llamada caja fuerte del Ártico.

La versión en miniatura del libro recoge la potente oración que Francisco impartió el pasado 27 de marzo de 2020, desde una plaza de San Pedro totalmente vacía a consecuencia de la pandemia, además de todos sus discursos sobre la emergencia sanitaria que ha supuesto la COVID-19. Además, el pasado 2 de junio el Papa bendijo a Haddad y este quedó impresionado por su espiritualidad. «Es un líder que tiene una humildad que impacta. Es de agradecer que use su voz para advertir sobre las amenazas del cambio climático», subraya. También pone el foco en la injusticia de que las altas temperaturas del planeta se ceben con los más vulnerables. «Nunca pensamos en lo que sucede con ese 15 % de la población que está en silla de ruedas cuando hay grandes inundaciones y todos salen corriendo para intentar salvarse», detalla.

Haddad lleva más de cinco años preparándose para este periplo, que culminará a 1.300 kilómetros del Polo Norte a mediados de febrero.