El Arzobispado de Valencia reconoce que apercibió hace dos años al cura ahora asesinado - Alfa y Omega

El Arzobispado de Valencia reconoce que apercibió hace dos años al cura ahora asesinado

A pesar de ello, la diócesis aclara que «jamás» tuvo conocimiento del estilo de vida del canónigo. «Si lo publicado es verdadero, manifestamos el profundo dolor que nos producen los hechos narrados, que son manifiestamente contrarios a los compromisos de vida sacerdotal», dice el Arzobispado en un comunicado

Redacción
Agentes de la Policía Nacional salen del edificio donde investigan la muerte del canónigo
Agentes de la Policía Nacional salen del edificio donde investigan la muerte del canónigo. Foto: EFE / Biel Aliño.

El Arzobispado de Valencia ha querido salir al paso definitivamente de la polémica muerte del sacerdote Alfonso López Benito, presuntamente asesinado por un joven —ahora detenido— con el que se supone que mantenía una relación sexual, según ha informado la prensa local. «Si lo publicado es verdadero, manifestamos el profundo dolor que nos producen los hechos narrados, que son manifiestamente contrarios a los compromisos de vida sacerdotal, asumidos libremente en el momento de la ordenación», aseveró el pasado miércoles el Arzobispado en un comunicado.

Asimismo, la diócesis, que dice no tener más información que la que publican los medios de comunicación al no haberse levantado el secreto de sumario, ha manifestado su «pesar por el escándalo, el desconcierto y el dolor que causan a todos, muy directamente a los fieles, y especialmente a los miembros del presbiterio».

El Arzobispado de Valencia, continúa el comunicado, planteó personarse como acusación particular. El juzgado instructor lo rechazó, entendiendo que la personación en el procedimiento corresponde únicamente a la familia directa. Por este motivo, la diócesis «ha desistido de dicha personación». La decisión también se ha visto motivada por «la confianza en la justicia» y por el hecho de que lo ocurrido son «actos cuya responsabilidad pertenece personalmente al fallecido».

Por último, la Iglesia valenciana reconoció que «hace dos años se apercibió directamente al sacerdote cuando los vecinos del mismo inmueble del domicilio en el que residía presentaron quejas verbales acerca de las personas que acudían al mismo». Con todo, en ningún caso se aludió «a hechos de la naturaleza que se narran ahora». Desde entonces, no ha vuelto a haber quejas. «Reiteramos asimismo que el Arzobispado jamás tuvo conocimiento de estos presuntos hechos».