EE. UU. cancela los permisos de residencia de 500.000 inmigrantes que llegaron legalmente - Alfa y Omega

EE. UU. cancela los permisos de residencia de 500.000 inmigrantes que llegaron legalmente

El Gobierno ha empezado a notificar a medio millón de cubanos, nicaragüenses, venezolanos y haitianos que ya no pueden estar en el país y los invita a «autodeportarse»

María Martínez López
Migrantes venezolanos deportados desde Estados Unidos llegan a Venezuela el 10 de febrero de 2025
Migrantes venezolanos deportados desde Estados Unidos llegan a Venezuela el 10 de febrero de 2025. Foto: CNS / Reuters / OSV.

El Gobierno de Estados Unidos anunció este jueves que ya ha comenzado a notificar a más de medio millón de migrantes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela que su permiso de permanencia temporal se ha cancelado. Se trata de personas que entraron de forma legal en el país y a las que ahora se exhorta a «autodeportarse».

Estos inmigrantes de países que se enfrentan a graves crisis sociales gozaban hasta ahora de la llamada parole (libertad condicional) humanitaria, una figura legal con más de 70 años de historia. En octubre de 2022 el predecesor de Trump, Joe Biden, lanzó un programa para aplicar esta figura legal a los nacionales de los cuatro países citados. Bautizado con las siglas CHNV por las letras iniciales de dichas naciones, se amplió en enero del año siguiente.

La ONG Global Refuge recibió la noticia con «profunda preocupación». «Rescindir la protección legal de cientos de miles de personas que entraron en este país por los canales apropiados es una decisión profundamente desestabilizadora, no solo para las familias afectadas sino también para sus seres queridos y las comunidades que los han acogido», afirma Crish O’Mara Vignarajah, presidente de la entidad, en un comunicado.

«Son personas que siguieron las reglas. Con patrocinadores en Estados Unidos, presentaron sus solicitudes, pasaron controles de seguridad, pagaron por su viaje obtuvieron un permiso de trabajo y comenzaron a reconstruir sus vidas», abunda Vignarajah. Subraya que trabajaban en sectores críticos como la construcción y el cuidado de mayores. «En vez de premiar la migración responsable por vías legales, esta acción castiga a quienes hicieron todo lo que se les pedía».

«Hacer trizas ese contrato social de la noche a la mañana no hace nada para aumentar nuestra seguridad nacional o nuestro liderazgo humanitario», señalaba. La organización subraya también que los patrocinadores se ven ahora incapaces de proteger a quienes se comprometieron a apoyar. «Es un daño moral a las familias, iglesias e instituciones civiles estadounidenses que dieron un paso al frente».

Por correo electrónico

El programa humanitario CHNV permitía la entrada a Estados Unidos durante dos años de hasta 30.000 inmigrantes al mes procedentes de los cuatro países. Biden promocionó el plan como una forma «segura y humana» de aliviar la presión en la frontera con México. El 20 de enero, día de su investidura, su sucesor republicano, Donald Trump, firmó un decreto para ponerle fin. El 24 de marzo, una orden del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) anulaba el programa. En mayo, el Tribunal Supremo se pronunció sobre los recursos presentados autorizando la revocación mientras el caso se decide en tribunales inferiores.

El Departamento de Seguridad Interior (DHS) afirmó el jueves en un comunicado que ha comenzado a notificar la cancelación. Los mensajes «se enviarán a las direcciones de correo electrónico» de los beneficiarios y les informará que «su autorización de empleo […] ha sido revocada, con efecto inmediato». En consecuencia, se «anima a cualquier extranjero indocumentado que resida en Estados Unidos a autodeportarse a través de la aplicación móvil CBP Home».

«El Gobierno de Biden le mintió a Estados Unidos. Permitió que más de medio millón de extranjeros de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, y sus familiares directos, con una investigación deficiente, entraran a Estados Unidos a través de estos desastrosos programas», afirma Tricia McLaughlin, portavoz del DHS, citada en el comunicado.

«Les brindaron oportunidades para competir por empleos estadounidenses y perjudicaron a los trabajadores estadounidenses». Estima que el «fin» de estos programas comulga con la idea de «Estados Unidos primero», un lema promovido por Trump.