Dos ciclones en dos semanas dejan 110 muertos en el sureste de África

Dos ciclones en dos semanas dejan 110 muertos en el sureste de África

En Malawi hay 870.000 personas afectadas. «Muchas se han quedado sin hogar y han perdido ganado, propiedades y granjas», advierte el presidente de los obispos

Redacción
Ciclón en Madagascar y Malawi
Casas destruidas en Mananjary (Madagascar), el 7 de febrero. Foto: Reuters / Alkis Konstantinidis

El ciclón Batsirai dejó este fin de semana al menos 23 muertos en Madagascar, dos semanas después de que otro ciclón afectara a toda la región. La tormenta tropical, que llegó a alcanzar rachas de viento de 235 kilómetros por hora, causó inundaciones, destruyó edificios y provocó cortes de electricidad, entre otros daños materiales.

Según fuentes del Programa Mundial de Alimentos (PMA), la ciudad de Mananjary, en la costa este, por donde Batsirai tocó tierra el sábado, ha quedado completamente devastada. El ciclón ha podido dejar hasta a 155.000 personas sin un hogar. «Las familias afectadas se encuentran en una situación de total indigencia», ha afirmado la representante de la organización en el país, Pasqualina di Sirio. Esta entidad, informa EFE, ha empezado ya a distribuir ayuda humanitaria a unas 2.000 familias.

Este ciclón ha golpeado la isla africana solo dos semanas después del ciclón Ana, que llegó a Madagascar el 29 de enero. Paradójicamente, el sur del país se enfrenta a una brutal sequía que en noviembre llegó al PMA a afirmar que la región podía sufrir «la única, quizá la primera, hambruna por el cambio climático». Dos días después, Ana golpeaba también Malawi y Mozambique, ya en el continente. Entre los tres países, ha causado al menos 88 muertos.

«Los pobres son los más afectados»

En Malawi, el presidente de la conferencia episcopal ha compartido que los obispos «estamos profundamente preocupados por las poblaciones de los distritos de las regiones sur y central del país devastadas». En un comunicado del que se hace eco Fides, Thomas Msusa subrayaba que «muchas personas se han quedado sin hogar y han perdido ganado, propiedades y granjas». Según las estimaciones iniciales, el ciclón afectó a 870.000 personas y desplazó a unas 100.000 personas.

«Los pobres son los más afectados», lamenta. Así lo confirma el responsable de Gestión Social del episcopado, Ted Chigamba: «El ciclón provocó el caos y agravó las condiciones de pobreza de muchos. Las historias de las personas afectadas en los dos campamentos que visitamos son bastante angustiosas». La Iglesia ya se ha puesto en marcha para «atender urgentemente las necesidades inmediatas de las personas, alimentos, agua, ropa y artículos de higiene».

El coordinador nacional de la Comisión de Justicia y Paz, Boniface Chibwana, agrega que se debe prestar atención a la protección de los derechos humanos, porque ante «un desastre de esta magnitud» las violaciones contra ellos «son muy comunes. Por ejemplo, en los campamentos que visitamos hay niñas que actualmente no asisten a clases y están privadas de derechos primarios. Nuestra preocupación es que algunas personas quieran aprovecharse de su situación».