Dos años sin luz en la Cañada: «La solución definitiva es creer en la dignidad de las personas»
Agustín Rodríguez, párroco del poblado, habla de «fracaso colectivo». Aun así, «no he perdido la esperanza de que se consiga que vuelva la luz». Cáritas Madrid pide coordinación a las distintas administraciones
Un fracaso. Así define el párroco de la Cañada Real, Agustín Rodríguez, los dos años que el poblado lleva sin luz. Allí viven cerca de 4.000 madrileños, 1.813 de ellos niños, que llevan todo ese tiempo sin poderse dar una ducha caliente, sin calentar sus casas o teniendo que hacer los deberes bajo la luz de las velas. «Me parece que es la expresión de un fracaso colectivo», asegura el sacerdote.
Ante esta situación, con un nuevo invierno acechando —va a ser el tercero que afronten los vecinos sin energía eléctrica—, «la gente está descorazonada». Según Rodríguez, «no perciben que realmente se pueda llegar a conseguir nada. Hay una sensación de que su situación tampoco se la está tomando nadie especialmente en serio, y eso es doloroso, de que esto no le importa a nadie».
Él, por su parte, todavía cree «que hay solución. Después de dos años no he perdido la esperanza de que se consiga que vuelva la luz», dice Agustín en conversación con Alfa y Omega. En cualquier caso, el sacerdote opina que «la solución definitiva es creer en la dignidad de las personas».
Muchas de las familias van a ser realojadas, y «eso forma parte de la solución porque dignifica la vida de aquellos que viven en una situación perentoria», pero «no puede ser una excusa para abandonar a esta gente. Hay que cree en la dignidad de las personas en todo momento y a lo largo de todo el proceso, sea este de una semana o de tres años», concluye.
Mismos derechos que el resto
Por su parte, Cáritas Madrid ha asegurado en un comunicado que «la situación que viven las familias sigue siendo inhumana». Un año más «volvemos a hablar de tristeza, impotencia, sensación de abandono y, en el mejor de los casos, de resignación».
Para la entidad, que lleva años trabajando sobre el terreno, es «imposible que se dé una verdadera inclusión si no se da a todas las personas igualdad de oportunidades para acceder a los mismo derechos y recursos que el resto de la sociedad».
De esta forma, Cáritas Madrid cree que la solución «pasa porque todos los agentes sociales implicados, desde la Comunidad de Madrid hasta los Ayuntamientos de Madrid y Rivas, el gobierno central y UFD, trabajen y cooperen en la búsqueda de una solución que ponga por delante la dignidad de las personas».