Directora adjunta de Cáritas Madrid: «Se está produciendo una brecha entre rentas altas y bajas»
La entidad presenta sus datos de 2024. El 30 % de las personas a las que acompaña son menores, una realidad que «se clava en el corazón»
«Si tienes un sueldo mínimo del que te quedan 1.000 euros escasos, pagas 600 de habitación y con 400 tienes que alimentar a tus dos hijos. ¿Cuántas veces comes carne a la semana? A mí esto me empieza a sonar a las historias que me contaba mi padre de la posguerra». Así de tajante es Carmen Polo Gutiérrez, la nueva directora adjunta de Cáritas Madrid, cuando explica los datos de su memoria 2024, que la entidad ha dado a conocer este miércoles.
Las cifras de la Comunidad de Madrid son, en teoría, fenomenales. «Si ves los datos macroeconómicos, apenas existe el paro. Hablamos de un 8,5 % de desempleo estructural, una cifra bastante aceptable y por debajo del nivel nacional, que está en torno al 11 %», desglosa. Y, sin embargo, «varios indicadores señalan que se está produciendo una brecha entre rentas altas y bajas». Una dinámica que se da en todo el país pero que, en Madrid, es especialmente sangrante cuando «un 20 % de la gente que vive en la Comunidad se encuentra un 60 % por debajo de la renta media», que es, según el INE, de 44.889 euros por hogar. Si se aplica a los siete millones de personas que viven en la región, el resultado es de, 1,4 millones.

«Esto se pagará»
Carmen Polo alerta de que esta dinámica «va creando bolsas de pobreza» que amenazan con cronificarse, principalmente porque los niños que sufren esta exclusión «no van a tener las mismas oportunidades» que sus semejantes para acceder a un empleo digno y bien remunerado. Se trasluce en todos los aspectos de la vida, pero uno muy palpable es en la ya mencionada alimentación. Sobre ella, se pregunta «cómo no vamos a hablar de obesidad infantil si por la noche cenan un bocata de mortadela y lo que les quita el hambre es una bolsa de patatas». Según apunta la directora adjunta de Cáritas Madrid, entre las 106.000 personas que la institución ha atendido en 2024 hay un 57 % de mujeres y una cifra «que se clava en el corazón»: un 30 % son menores que «están creciendo en un contexto de pobreza que afecta gravemente a su desarrollo físico y su salud mental». Polo alerta de que los desequilibrios tendrán consecuencias sociales: «Esto se pagará», asegura. «Lo que diferencia a una sociedad es su capacidad de no dejar a nadie atrás. ¿Cómo podemos hablar de una moderna, democrática y de derechos cuando excluimos a tantas personas?», se pregunta.
Empleo, vivienda y transporte
Como medidas a implementar en el corto plazo si hubiera voluntad política, Polo recalca que «tiene que haber muchísima más inversión en vivienda social». Una medida que, de acuerdo con los estudios de Cáritas, no supondría una intervención excesiva en el mercado y ayudaría a revertir casos reales como «que el alquiler de una vivienda con dos habitaciones y un cuarto de baño costara 800 euros hace tres años y ahora 1.600».
Una segunda medida es «que el empleo no sea tan precario» y superar la parcialidad y la temporalidad para afrontar una verdad incómoda: «Nadie te alquila un piso si les presentas un contrato de trabajo de un mes». Y una tercera que puede parecer a primera vista menor —pero no lo es— es reforzar el transporte público «para conectar los municipios con los centros de trabajo» y que las personas que se ven obligadas a desplazarse a pueblos de la región donde la vivienda es más asequible —una lógica excluyente ya bastante perversa por sí misma— «puedan mantener su empleo».
9.400 voluntarios
Un dato más esperanzador que comparte Polo es que Cáritas Madrid contó en 2024 con 9.400 voluntarios. Una es Mercedes, quien presta sus miércoles a atender el teléfono de escucha en soledad. «Así las personas tienen la oportunidad de conversar». Revela que, en algunos casos, «después de varias llamadas, he establecido un vínculo y mantenemos conversaciones muy largas». Y confiesa que «me produce una gran satisfacción poder ayudar y doy gracias a Dios por esta oportunidad».
El lema de la nueva campaña de Cáritas Madrid es La esperanza nace con cada gesto sencillo y guarda una estrecha conexión con el propuesto por la Conferencia Episcopal Española con motivo del Día de la Caridad, que se celebrará el próximo 22 de junio coincidiendo con la solemnidad de Corpus Christi: Mientras haya personas, hay esperanza. El mensaje de los obispos españoles para esta ocasión cuenta con numerosas referencias al Papa León XIV, quien a pesar de haber sido elegido Pontífice hace solo algo más de un mes ya ha dejado potentes encargos a los fieles. La misiva, firmada por la Subcomisión para la Acción Caritativa y Social, llama además a «entregar la vida por los que habitan en la no-vida» y a «reavivar la confianza en el futuro». Un modo de hacerlo es participar en la cuestación —una recaudación de fondos con huchas por voluntarios de Cáritas— este jueves 19.