Director de Su único hijo: «Los espectadores de cine religioso necesitamos discernimiento»

Su vocación como director de cine nació precisamente en Irak, la tierra de Abraham. ¿Cómo fue?
Fui a Irak como marine de los Estados Unido. Es también el lugar donde los israelitas sufrieron la cautividad. La provincia de Al Anbar, donde yo estaba, está justo en el límite de lo que fue Babilonia. El Señor usó todo eso, porque yo también estaba viviendo mi propia cautividad. Él me agarró el corazón y me tuve que enfrentar a la decisión de volver a Él.

¿Qué ocurrió exactamente?
Yo había crecido en un hogar cristiano; me llamaba cristiano y exteriormente vivía como tal. Pero interiormente no tenía una lealtad real al Señor. En Irak hacía muchas guardias de noche, en los búnkeres. En esos momentos había mucha soledad. Por gracia de Dios había llevado mi Biblia, y me di cuenta de que me consideraba cristiano pero no dedicaba mucho tiempo a las cosas de Dios. Cuando me sumergí en la Escritura empecé a ver lo grande que era mi pecado.

¿Había cometido grandes pecados?
Cuando ves en la Biblia lo santo que es Dios y lo elevado que es su estándar, te das cuenta de que es inalcanzable y de lo profundo que es tu propio pecado. Por ejemplo, sobre el «no matarás» Jesús dice que incluso si únicamente te enfadas eres culpable de asesinato en tu corazón. Estamos llamados a ser santos pero nos quedamos muy cortos. Por eso el mismo Dios vino al mundo. Su hijo Jesucristo vivió la vida que nosotros debíamos vivir, murió una muerte perfecta y volvió de entre los muertos. Todo ello por nuestros pecados, porque la muerte es la penitencia que debemos pagar por ellos. Esta idea se volvió muy real para mí. Así decidí que quería dedicarme a mostrar a los demás que lo que nos cuenta la Escritura es verdad, que le ocurrió a personas de verdad en la historia.

¿Por qué por medio de películas?
A mí me cuesta mucho leer, pero cada vez que leía la Biblia dejaban de ser palabras en un papel y podía ver las caras y expresiones de los protagonistas. Pensé que si pudiera mostrar a la gente lo que estaba viendo, quizá a ellos también les llegara. Y qué mejor forma de hacerlo que con películas. Nunca había tenido intención de dedicarme a ello, no había hecho más que una clase de técnicas de vídeo en el instituto. Pero cuando dejé el Cuerpo de Marines entré en una escuela de cine de San Francisco.

Después de varios cortos sobre el pecado original, el nacimiento de Jesús, los discípulos de Emaús… ¿Por qué eligió la figura de Abraham para su primer largometraje?
Cuando estudiaba cine en San Francisco, me encontré con muchos no creyentes que utilizaban el episodio del sacrificio de Isaac como excusa para no volverse a Dios. ¿Cómo podía Dios pedirle eso? Pero cuando cogemos la Escritura, dice desde el principio que era una prueba. Obviamente Abraham no lo sabía pero Dios sí, igual que tiene un propósito para todas las pruebas a las que nos enfrentamos en nuestra vida. Y, además, está muy claro que todo el episodio apunta a Cristo.

No solo los no creyentes. Incluso para los creyentes puede ser difícil de entender que a quien consideramos un modelo de fe sea alguien que estaba dispuesto a matar a su propio hijo porque Dios se lo había pedido.
Es otra de las razones por las que quería rodar esta película: para mostrar a los creyentes por lo que creo que estaba pasando Abraham y para darle argumentos para defenderlo ante los no creyentes. La carta a los hebreos explica que Abraham actuó así creyendo que Dios tenía poder de devolverle a su hijo incluso si lo ofrecía como una ofrenda y lo quemaba, porque le había prometido que su descendencia sería por Isaac. Así de firme era su fe. Además ya había sido testigo de cómo su mujer había concebido.

Son temas muy profundos y delicados. ¿Cómo se prepara para plasmarlos en filmes? ¿Le aconsejan expertos?
Desde que empecé con el proyecto de hacer cine empecé a estudiar más en profundidad la Palabra de Dios. En San Francisco di con una iglesia con muy buena doctrina, que enseña de forma que luego tú puedes compartirlo con los demás. Hay muchos cursos de hermenéutica, de cómo enseñar y predicar, de historia de la Iglesia… Así he podido irme rodeando de creyentes sensatos, y crecer en mi comprensión de la Palabra.

Cuando preparo una película hago lo que haría cualquiera para estudiar la Escritura: primero me sumerjo yo en ella, sobre todo con la oración. Y luego comparto mis ideas con estos hermanos sensatos de mi comunidad y les pregunto si encuentran en ellas algo cuestionable.

Comentaba antes que en la escuela de cine encontró muchos no creyentes. Pero al mismo tiempo, cada vez hay más producciones audiovisuales cristianas.
Es verdad que estamos viendo un aumento de películas y producciones cristianas también en medios generalistas, cada vez salen más productos y son más populares. Esto es una prueba de cómo el Hollywood no creyente está viendo que hay público para ello. Por una parte es estupendo, porque ofrece un canal para difundir y por ejemplo a mí me ha supuesto la oportunidad de hacer esta película.

Pero esto implica también que los espectadores tenemos que tener mucho discernimiento, porque no todo el contenido es bueno y fiel. Hay que dar un paso atrás, fijarse en qué están diciendo y preguntarse si es correcto o simplemente están usando el nombre de Jesús para contar una historia que no es cristiana y que me puede llevar por el mal camino. Hay que ser cautos, la misma Escritura dice que habrá muchos falsos cristos.

¿Cree que Su único hijo puede ser un elemento de unidad o diálogo entre las tres grandes religiones monoteístas, que consideran a Abraham su padre?
Creo que el Señor puede usarlo, si facilita que entre en estas culturas. Pero en realidad la película va sobre el Evangelio y apunta a Cristo, que dijo «yo soy el camino», no «yo son un camino». Es lo que va a oír la gente que vaya a verla. El mensaje no es que todos somos lo mismo, sino «mirad, en esto es en lo que puso su fe este Abraham al que todos reverenciamos».

¿Por qué ahora? ¿Algo le dio el empujón final o fue simplemente cuestión de conseguir los recursos necesarios?
En gran medida lo segundo. Además, en la escuela de cine no me enseñaron a hacer muchas cosas que necesitaba para hacer estas películas de temática cristiana, en cuanto a vestuario, efectos visuales… Dios utilizó esos primeros diez años duros haciendo cortos para que afinara mis habilidades. Finalmente llegué a un punto en el que vi que podía hacerlo. Y aunque hubo gente que apostó por ello y me ayudó, el presupuesto era minúsculo, así que tuve que hacer uso de todas esas habilidades que había ido adquiriendo.

Pero detrás de la película está Angel Studios, los productores de la aclamada The Chosen.
Conozco y soy amigo de los autores de The Chosen, pero en realidad, Su único hijo ya estaba terminada antes de que Angel Studios se implicaran en ella. De hecho, la empecé aproximadamente en el mismo momento en que ellos empezaron con la serie. Lo que ocurrió es que cuando la vieron terminada, pensaron que estaría muy bien para ese mismo público, y se ofrecieron a darle salida.