Diez años después, los trapenses vencen a la multinacional minera: su cerveza está a salvo - Alfa y Omega

Diez años después, los trapenses vencen a la multinacional minera: su cerveza está a salvo

La abadía belga de Notre-Dame de Saint-Remy gana el juicio a la empresa minera Lhoist, que pretendía desviar el río con el que los trapenses elaboran su cerveza

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Un trapense de la abadía fabricando cerveza. Foto: DrinkBelgicanBeer.com

Después de diez años de litigio en los tribunales, la justicia belga finalmente ha dado la razón a los trapenses de la abadía de Notre-Dame de Saint-Remy, al sur del país, en su disputa con la multinacional de extracción de minerales Lhoist.

La compañía minera esgrimía sus derechos como propietaria de la cantera por la que pasa el río Tridaine, con cuya agua los monjes elaboran su cerveza. La intención de la empresa era desviar el cauce para mejorar su producción, lo que podría poner el riesgo la labor artesanal de los trapenses, fabricantes de una de las únicamente 14 cervezas del mundo que llevan el sello Trapense auténtica, muy valorado por los aficionados a esta bebida.

La presencia monástica en este lugar se remonta a la rama femenina de los cistercienses, cuya presencia data a partir del año 1230, a la que siguió la rama masculina desde 1464. Asimismo, la primera evidencia documentada de una fábrica de cerveza de un monasterio en la ubicación del manantial de Tridaine es de 1595, y se ha demostrado que la fábrica de cerveza ha estado utilizando el agua de este manantial desde, al menos, el año 1797.

Ahora, el tribunal de apelación de Lieja se ha pronunciado en contra de Lhoist porque, aunque reconoce que el dueño de la cantera es también el dueño del manantial, eso no le da derecho a «extraer o desviar todo o parte del agua que abastece a la abadía».