Descienden los internamientos en los CIE y las repatriaciones

El Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) viene denunciando desde hace mucho tiempo que el internamiento de migrantes en los CIE es una medida «desproporcionada, injusta e ineficaz» y los datos parecen darle la razón. Más de la mitad de las personas (52 %) que pasaron por un centro de estas características fueron finalmente puestas en libertad, un porcentaje superior al de 2020 (44 %), 2019 (40 %) o 2018 (44 %).

«No fueron repatriadas por diferentes motivos, lo que revela numerosas circunstancias de vulnerabilidad —menores, víctimas de violencia, solicitantes de asilo…— que deberían haber impedido su ingreso», denuncian desde el SJM en un anexo al Informe CIE 2021. Tras haber solicitado la información hace meses y varias reclamaciones ante el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno, el Ministerio del Interior ha accedido finalmente a proporcionársela.

Otro dato que muestra que «el sufrimiento infligido en los CIE es perfectamente prescindible» es el porcentaje de repatriaciones que se realizan en estos lugares en relación con el total. 927 personas fueron devueltas a sus países tras ser internadas en un CIE, solo un 26 % del total de repatriaciones. «Es insignificante al lado del total de 41.945 entradas de forma irregular en el territorio durante todo el año», añade.

«Solo es internado un botón de muestra escogido bastante al lazar: lo cual es profundamente injusto. Es imposible cumplir la ley tal cual está redactada. En cualquier caso, es preciso ofrecer acogida digna a las personas rescatadas en el mar o recién desembargadas», subraya el SJM.

Así, durante el año 2021 pasaron por estos centros un total de 1.841 migrantes, casi 400 menos que el año anterior. Es la cifra más baja desde que se contabilizan datos y contrastan con los 17.203 de 2009 o los 6.473 de 2019, el año previo a la pandemia. «El impacto de la COVID-19 explica bien la disminución de las cifras de internamiento», recoge el anexo.

Un año más, las cifras también revelan situaciones de desprotección en los CIE. Se internó a once menores que, tras realizarse una prueba de determinación de edad, fueron puestos en libertad, mientras que un tercio de las mujeres salieron por su solicitud de asilo.