DeClausura reconoce la labor de los que ayudan a las monjas de España - Alfa y Omega

DeClausura reconoce la labor de los que ayudan a las monjas de España

La fundación entrega sus premios a una locutora de Radio María, a una voluntaria que vende dulces monásticos en Sevilla y a las Agustinas de la Conversión

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
Los premiados por la fundación de apoyo a los monasterios
Los premiados por la fundación de apoyo a los monasterios. Foto: DeClausura.

La Fundación DeClausura entregó el martes los Premios DeClausura 2025, unos galardones con los que reconoce la labor de personas e instituciones que comparten la misión de dar a conocer la vida contemplativa y de ayudar a los monasterios y conventos de España.

El Premio DeClausura CONOCER fue concedido al programa Monasterios y conventos de Radio María, dirigido y presentado por Leticia Casans, quién contó cómo ha crecido en sabiduría gracias al contacto con las monjas desde su más tierna infancia. Desde hace más de 15 años, el programa ha sido una ventana abierta a la vida contemplativa, dando a conocer la misión de frailes, monjes y monjas, auténticos faros espirituales en medio del mundo. «Lo que más necesitan las monjas es que se las conozca, porque la gente sabe muy poquito sobre la clausura española», ha declarado a Alfa y Omega.

Por su parte, el Premio DeClausura AYUDAR fue entregado a Claudia Hernández, coordinadora de la exposición y venta anual de dulces de conventos de clausura de Sevilla y provincia, una iniciativa que el año pasado celebró su 40 edición. Con el respaldo del Arzobispado y del Ayuntamiento de Sevilla y la colaboración de unos 170 voluntarios, esta venta en el Real Alcázar se ha convertido en una tradición de la ciudad hispalense que permite a los conventos compartir el fruto de su ora et labora.

Asimismo, las Agustinas del Monasterio de la Conversión, en Sotillo de la Adrada (Ávila), fueron premiadas con el Premio ORAR, con el que DeClausura pone en valor su vida de contemplación que lleva a los demás lo contemplado. «Su acogida, su fraternidad y la profundidad de su arraigo en la fe, capaz de sostener con la oración a la humanidad, enriquece a tantos laicos y religiosos que se acercan al monasterio o a su hospedería del Camino de Santiago», señala la fundación en una nota. La madre Prado, presidenta de la Federación de la Conversión de San Agustín, contó el deseo de su comunidad de hacer de su vida contemplativa «un camino transitable entre Dios y hombre, abierta a las necesidades del mundo y de la Iglesia».