«Debemos acompañar ante la muerte, no provocarla» - Alfa y Omega

«Debemos acompañar ante la muerte, no provocarla»

El Papa agradece a la medicina los «cuidados paliativos» y pide no confundir esta ayuda «con derivas inaceptables que llevan a la eutanasia, a matar»

Redacción
El Papa durante la audiencia. Foto: Efe / EPA / Fabio Frustaci.

El Papa Francisco ha condenado las «derivas inaceptables» que llevan a matar, como el suicidio asistido o la eutanasia, y ha recordado que solo «la vida es un derecho, no la muerte, que debe ser acogida, no suministrada». Este principio ético «concierne a todos, no solo a los cristianos o a los creyentes», ha asegurado el Pontífice durante la audiencia general de este miércoles, en la que ha profundizado en la figura de san José como patrón de la buena muerte.

Durante la catequesis, el Santo Padre también ha agradecido «toda la ayuda que la medicina se está esforzando por dar» en el ámbito de los «cuidados paliativos» para que las personas puedan afrontar la última parte de su vida «de la forma más humana posible».

Sin embargo, ha dejado claro que no se debe «confundir esta ayuda» con «derivas inaceptables que llevan a la eutanasia, a matar. Debemos acompañar ante la muerte, no provocarla». En este sentido, el Papa ha denunciado las prácticas que «aceleran la muerte de los ancianos». Muchas veces «se ve en ciertos sectores sociales que a los ancianos, porque no tienen los recursos necesarios, les suministran menos medicinas de las que necesitan. Esto no es humano ni cristiano», ha subrayado al mismo tiempo que ha calificado de «inmoral» el encarnizamiento terapéutico.

Asimismo, ha llamado a cuidar a los ancianos, que «son un tesoro de la humanidad. Son nuestra sabiduría» y «nos dejaron tantas cosas bellas». Por ello, ha pedido que no se les aísle ni que se acelere su muerte. «Acariciar a un anciano tiene la misma esperanza que acariciar a un niño. El inicio de la vida y el fin de la vida es siempre un misterio que va siempre respetado, cuidado y amado», ha concluido.

«La guerra es una locura»

Al final de la catequesis, durante los saludos en los distintos idiomas, el Papa ha vuelto a insistir en el diálogo para rebajar la tensión en la frontera entre Ucrania y Rusia y ha confiado en la labor diplomática que está llevando a cabo el llamado Formato de Normandía, según explica Europa Press, integrado por representantes de los gobiernos de París, Berlín, Moscú y Kiev.

«Continuemos rezando al Dios de la paz para que las amenazas de guerra sean finalmente superadas a través del diálogo serio», ha pedido Francisco al mismo tiempo que ha asegurado que «la guerra es una locura».