De Siria a Madrid después de ser testigo de la muerte de 1.000 civiles
Ayuda a la Iglesia Necesitada celebrará el viernes la IX Noche de los Testigos en la catedral de la Almudena. Presidida por el cardenal Cobo, hablarán en ella Jean Abdo Arbach, arzobispo grecocatólico de Homs, y el sacerdote nigeriano Peter Odogo
Jean Abdo Arbach, el arzobispo grecocatólico de Homs, nos atiende por teléfono en perfecto castellano tras el fin de semana fatídico en el que casi 1.000 civiles sirios han perdido la vida a manos del Gobierno de transición. Un violentísimo episodio que la ONU ya ha calificado como «ejecuciones sumarias de familias enteras» bajo el pretexto de ser leales al depuesto Bashar al Assad. «Hay miedo e incertidumbre entre los católicos, por eso la Iglesia de Siria y los patriarcas de las Iglesias orientales católicas y ortodoxas piden en sus mensajes que se creen condiciones para lograr la reconciliación nacional», recalca Arbach. Él será uno de los protagonistas de la IX Noche de los Testigos, una vigilia de oración por los perseguidos organizada por Ayuda a la Iglesia Necesitada, que tendrá lugar en la catedral de la Almudena este viernes 14 de marzo y que será presidida por el arzobispo de Madrid, el cardenal José Cobo.

El arzobispo sirio explica que «después de 14 años en guerra, hay muchas pérdidas entre la gente, muchos mártires y muchos secuestrados que, hasta ahora, no sabemos dónde están». Aparte de «los desafíos a la paz y a la seguridad», subraya que el 85 % de la población siria vive en la pobreza y «hay padres sin recursos para comprar pan para sus hijos». Dar con la solución a un conflicto tan enquistado es complicado, pero sí propone algunos pasos. Un primero: «Los periodistas deben reactivar el interés por nuestro país y pedir una vida digna para los cristianos y el pueblo de Siria». Pero igual o más importante es «levantar las sanciones» porque «no podemos exportar ni conseguir materiales y está todo parado». «Necesitamos que la Unión Europea y Norteamérica lo hagan para que podamos vivir», ruega.
Arbach llama también «a todos los líderes del mundo» para que no pierdan de vista que «Siria es la cuna del cristianismo y necesitamos su ayuda para que los cristianos se queden en sus países; es una responsabilidad de todos». Una reivindicación que, al mismo tiempo que explicita para la clase política, también pondrá en manos de Dios este viernes. «Iré a la catedral de la Almudena junto al cardenal Cobo para rezar juntos por los cristianos y por el pueblo de Siria», recalca. «Esta vigilia de oración nos ayudará a seguir adelante en nuestra misión y a contar con nuestra propia voz cómo vivimos los sirios».
«Empecé a vivir con miedo»
También compartirá su testimonio durante la Noche de los Testigos el agustino Peter Emmanuel Odogo. Es un sacerdote nigeriano afincado en Valencia desde 2018 que recuerda como si fuera ayer «mi primera experiencia de un ataque musulmán». Sucedió en 2001, cuando él tenía 9 años, en torno a las 4:00 horas en la ciudad de Jos. «Una vecina empezó a tocar nuestra puerta muy fuerte gritando y avisándonos de que ya se estaban acercando». Eran yihadistas y solo en aquella noche asesinaron a 100 personas. Otras 1.000 salvaron la vida al huir a toda prisa y convertirse en desplazadas; entre ellas el padre Odogo y su familia. «A partir de entonces empecé a vivir en una realidad de miedo constante», confiesa.
13 años después, en 2014, comenzaría sus estudios de Teología en aquella misma ciudad martirizada de Jos. «El monasterio estaba en un barrio totalmente rodeado por los musulmanes y existía un clima que a veces daba mucho miedo», explica. Aunque antaño «mi madre tenía una amiga allí y en Navidad le llevábamos comida y después celebrábamos juntos el Ramadán», apunta «que desde el ataque de 2001 cambió nuestra relación y no volvimos a entrar en esa zona».

Aquella atmósfera amenazante llevó a que «tuviéramos soldados en el monasterio para protegernos», pero incluso con militares desplegados «éramos pocos y tenía miedo». Hasta «vinieron expertos en temas de seguridad para darnos charlas sobre cómo reaccionar si pasara algo».
Pese a todas las precauciones, «hubo un momento en el que el monasterio fue atacado y, aunque no hubo muertos, algunos frailes fueron heridos». Un golpe especialmente doloroso teniendo en cuenta que «los agustinos estábamos intentando facilitar un ambiente de amistad en ese barrio». Gestionaban una escuela en la que «el 99,5 % de los beneficiarios eran musulmanes» y les impartían formación profesional sobre costura y zapatería. Odogo traduce al español un refrán que, según nos cuenta, sus vecinos repetían entre sí: «Aunque estés familiarizado con tu gallina, eso no te impide cortarle la cabeza». Lo que significa que, «aunque seamos amigos, cuando se trata de temas de religión te pueden cortar el cuello».
«Dios salvó mi vida»
Sobre la situación actual en Nigeria, Peter Odogo explica que «conozco a muchos sacerdotes que han sido secuestrados». De hecho, casi le sucedió a él, pues el año pasado viajó a su país natal de vacaciones para visitar a su familia y pasó por un camino en el que «al día siguiente y a la misma hora fueron secuestrados 20 estudiantes que iban en autobús». «Podría haber sido yo y en esa ocasión Dios me salvó la vida», narra emocionado.
Pero este agustino nigeriano, a pesar de las evidentes dificultades, aguarda con ilusión la próxima Noche de los Testigos. «En esta vigilia de oración hay que rezar por muchas personas y por las iglesias que se han quemado», emplaza. Anima a sumarse a «tantos proyectos en los que la gente puede ayudar, por ejemplo, construyendo colegios». «De esta manera podemos echar una mano a esas familias que han perdido todo y que no tienen esperanza», apunta. Y él, que ha experimentado la persecución, invita a los españoles «a disfrutar la libertad religiosa que tenéis, que es un don que nosotros, al otro lado del mundo, no tenemos».
Los verdaderos protagonistas
José María Gallardo, director de Ayuda a la Iglesia Necesitada, la fundación que convoca esta IX Noche de los Testigos, señala que «para nosotros tiene una gran relevancia que el cardenal Cobo esté con nosotros en este encuentro para dar voz y visibilidad a los cristianos perseguidos en todo el mundo». Recuerda que «hay miles de cristianos que cada año están siendo asesinados, encarcelados, secuestrados y amenazados por seguir a Jesús». Por ello, valora como «un privilegio para nosotros» poder celebrar la vigilia «en la capital de España y en la catedral de la Almudena». Gallardo reivindica que, «los cristianos que recientemente han sido víctimas de persecución son los protagonistas reales de esta Noche de los Testigos; no es Ayuda a la Iglesia Necesitada la que quiere visibilizarse».
Explica además que, aunque el grueso de la concienciación que hace la fundación gira en torno a la Iglesia católica, también se rezará por otros cristianos perseguidos, como los 21 coptos ortodoxos asesinados por el Estado Islámico en Libia en 2014 y que ya estuvieron presentes en la catedral de la Almudena durante la exposición que ACN desplegó allí hace cuatro meses durante la RedWeek de 2024. Finalmente, recuerda que esta vigilia de oración contará «con el lujo de la música de Hakuna para acercar esta realidad a la gente joven de nuestro país, algo que nos parece fundamental». Podrá seguirse desde el canal de YouTube de la archidiócesis de Madrid y el de ACN-España.