Entre las diferentes opciones que se presentan en la búsqueda del bien común, la Iglesia opta por aquella que defiende y promueve la libertad responsable del hombre. En efecto, la libertad es un don precioso que Dios regala al ser humano. Toda la Humanidad, y en ella nosotros, cubanos, estamos llamados a disfrutar de aquella libertad querida por Dios que permite al hombre obtener para sí y su familia los frutos de un trabajo digno y participar de las decisiones que le afectan en su futuro personal, familiar y social.
Sin embargo, el egoísmo humano puede expresarse de variadas maneras. La estructuración y organización de las sociedades y Gobiernos, tanto ayer como hoy, pueden generar grupos de poder que no siempre representan a todos y no se interesan por aquellos que están fuera de su círculo de pertenencia. Estos grupos anteponen sus intereses a los de sus semejantes, a quienes llegan a ignorar e, incluso, aniquilar socialmente.
El Estado participativo debe sustituir definitivamente al Estado paternalista. No se debe temer al desarrollo de una autonomía social fuerte y responsable, de acuerdo con las normas de la convivencia, capaz de desarrollar un trabajo fraterno, sin necesidad de esperar respuestas y soluciones desde arriba.
La urgencia de estos cambios encuentra su fundamento en una experiencia vivida desde las limitaciones, la escasez, la falta de progreso personal o familiar de no pocos cubanos, quienes sienten que la vida se acaba con el paso de los años sin poder concretar las aspiraciones propias de todo ser humano y familia.
Creemos imprescindible en nuestra realidad cubana una actualización o puesta al día de la legislación nacional en el orden político. Desde hace algún tiempo, han surgido espacios de debate y discusión en diferentes instancias y ambientes, en ocasiones creados por los mismos ciudadanos: intelectuales, jóvenes y otros que, desde la base, han expresado su visión de los cambios necesarios en Cuba con opiniones y propuestas serias y diversas.
Cuba está llamada a ser una sociedad plural, siendo la suma de muchas realidades cubanas.
Cuba es la nación de todos los cubanos.
Conferencia Episcopal Cubana
Del Mensaje La esperanza no defrauda