Cuánto me queda. Una oda al carpe diem más engañoso - Alfa y Omega

Cuánto me queda. Una oda al carpe diem más engañoso

Juan Orellana
Pablo (Salva Reina) junto a María (Eva Ugarte), Luis (Antonio Pagudo) y Ángeles (Kira Miró)
Pablo (Salva Reina) junto a María (Eva Ugarte), Luis (Antonio Pagudo) y Ángeles (Kira Miró). Foto: A Contracorriente Films.

Ángeles (Kira Miró) es una médico oncóloga que tras muchos años de investigación ha inventado un sistema de análisis de sangre que permite predecir si en los próximos cinco años el paciente va a morir —de muerte natural, obviamente— y en qué momento va a hacerlo. El día que le hace la prueba a su marido, Pablo (Salva Reina), descubre que a este le queda un mes de vida por un problema de insuficiencia cardíaca. Entonces él se entrega a la típica y peliculera lista de cosas que hacer antes de morir.

La premisa de esta comedia española es interesante. Al menos la premisa. ¿Qué haría una persona si conoce la fecha de su muerte? ¿Qué pensamientos tendría? ¿Qué decisiones tomaría? Un ser humano ante el misterio radical de la vida y de la muerte. Estas cuestiones han estado presentes de muchas maneras en la historia del cine, y no solo en directores europeos de perfil existencialista como Dreyer, Bergman, Tarkovski o Wenders. Son muchas las películas protagonizadas por personajes que ante la certeza de su inminente muerte tratan de poner en paz su alma. Recordemos al Uxbal (Javier Bardem) de Biutiful (A. G. Iñárritu, 2010) o al Remy (Remy Girard) de Las invasiones bárbaras (D. Arcand, 2003).

Pero la cinta de la debutante Carolina Bassecourt, que adapta la obra teatral de Marta Buchaca, es harina de otro costal. Abandona por completo el terreno de la experiencia humana real y se mueve únicamente en el terreno abstracto de los tópicos, los lugares comunes y los prejuicios ideológicos. Frente a la contundencia de la muerte que va a llegarle a Pablo en menos de un mes, no surge en él ni la más mínima angustia de sentido o pregunta radical, ninguna rebelión ni grito exasperado, ningún movimiento religioso de su alma ni un atisbo de anhelo inconformista de eternidad. Solo un vulgar e infantil deseo de carpe diem, compuesto de consumo de drogas, tríos sexuales, experiencias homosexuales… y, como reto máximo, leer El Quijote para disfrutar de la riqueza de vocabulario de Cervantes. Los personajes que rodean a Pablo, su esposa, Ángeles; su cuñada María (Eva Ugarte) y su amigo Luis (Antonio Pagudo), lejos de proponerle un horizonte diferente, confirman ese nihilismo total desde la inmadurez sentimental más lamentable y pueril. Entre todos mandan un mensaje claro al espectador: como la nada tiene la última palabra, entrégate a tus instintos y apetencias del momento y olvídate de lastres morales o sentimientos de culpa. Haz en cada momento lo que te dé la gana, porque quizá mañana seas barro.

Este mensaje tan falso e inservible para la vida viene envuelto en una puesta en escena muy sencilla, obviamente teatral, sustentada por cuatro actores y el interior de una casa. Algunos diálogos y situaciones resultan hilarantes, pero esa risa se disuelve en medio de la irritación general que provoca la banalidad superficial de la película. Una ocasión muy desaprovechada.

Cuánto me queda
Directora:

Carolina Bassecourt

País:

España

Año:

2023

Género:

Comedia

Público:

+7 años