CONFER pedirá perdón público a mujeres represaliadas durante el franquismo
La dictadura las disciplinó en los centros del Patronato de Protección de la Mujer y delegó a algunas congregaciones religiosas parte de su gestión
La Conferencia Española de Religiosos (CONFER), que agrupa a más de 400 congregaciones y 32.000 religiosos y religiosas, celebrará el próximo 9 de junio un acto público de petición de perdón a las mujeres que pasaron por los centros del Patronato de Protección de la Mujer. Esta fue una institución vinculada a la dictadura de Franco y gestionada en parte por órdenes religiosas que, aunque en un principio tuvo como objetivo la lucha contra la prostitución y cosechó algunos éxitos, acabó sirviendo en no pocos casos para internar a adolescentes contrarias a los principios del régimen.
El presidente de CONFER, Jesús Díaz ha explicado este jueves en la rueda de prensa tras su 31 Asamblea Plenaria que el acto «fue solicitado inicialmente por una asociación, Las desterradas hijas de Eva, mujeres que en su infancia y adolescencia pasaron por estos centros». En declaraciones recogidas por Europa Press, el presidente reelegido la semana pasada ha revelado que «venimos preparando desde hace un tiempo» esta petición pública de perdón que busca ser una respuesta a quienes «necesitaban para su propia sanación este gesto». «Si sirve para reconciliar y ayudar a esas mujeres que tanto han sufrido en su historia personal, bienvenido sea», ha asegurado.
En su charla con los medios, Díaz ha explicado que el primer paso necesario para organizar este acto fue la escucha. Al ver cara a cara a estas mujeres «hemos podido constatar que son vidas, más allá de los centros, muy sufrientes, con una infancia y juventud muy dura». Según ha confesado, «las hemos escuchado también no sin cierta sorpresa por parte de quienes hoy en día regentamos CONFER porque nosotros no hemos vivido esa experiencia» tan traumática y en aquel contexto tan convulso. Asimismo ha recalcado que «la posición de la Iglesia era diferente a la que es hoy y las congregaciones también».
El presidente de la conferencia ha narrado además cómo descubrir este doloroso episodio ha permitido a los religiosos «hacer una valoración más serena» de su historia reciente, «reconocer aquello» en lo que no han «acertado» y «acoger a las personas que sufren».