Colombine: relato de cómo España entró en la modernidad
La Biblioteca Nacional dedica una exposición a la primera columnista profesional del periodismo español. Como corresponsal en Melilla, envió crónicas estremecedoras de la guerra de África
La Biblioteca Nacional de España acoge hasta el 5 de enero de 2025 la exposición Carmen de Burgos, Colombine (1867-1932). La modernización de España. Comisariada por Concepción Núñez Rey, doctora por la Universidad Complutense de Madrid y biógrafa de Carmen de Burgos, la muestra da cuenta de la vida de la que fue la primera columnista profesional del periodismo español. A través de ella contemplamos la entrada de nuestro país en la modernidad.
En la línea de las grandes exposiciones que la BNE ha venido organizando en los últimos años —recuerdo ahora mismo la dedicada a Pardo Bazán, la de la Revista de Occidente y la más reciente sobre Unamuno y la política— esta ilustre casa nos abre una ventana a los grandes debates que ocuparon a nuestra sociedad durante más de un siglo: en realidad, algunos de ellos siguen reclamando todavía nuestra atención. Desde el divorcio y el voto femenino hasta la igualdad entre mujeres y hombres, Colombine no faltó a ninguna de las discusiones públicas en torno a los «temas de nuestro tiempo», en feliz expresión orteguiana.
La exposición reúne 165 obras de nuestra autora, de las cuales 125 pertenecen a los fondos de la BNE, y que trazan su periplo por todos los géneros literarios y periodísticos: novelas cortas, novelas largas, ensayos, relatos de viajes, biografías, reportajes, infinidad de columnas, tribunas… En todos ellos brilló la agudeza, la valentía y la pasión de Colombine. Causa escalofríos pensar que, como nos cuentan, sus libros fuesen prohibidos después de la guerra civil española.
Estructurada en 20 áreas temáticas que abarcan la vida de la autora, partimos de su infancia almeriense para acompañarla en su llegada a Madrid y sus viajes por Francia e Italia. Aquí la vemos defendiendo el voto femenino, escribiendo novelas, tomando parte en tertulias en el otoño de 1906 al tiempo que colabora en revistas literarias de vida efímera (Revista crítica, Prometeo). No faltan sus reportajes desde Melilla como corresponsal ni su mirada durísima con la guerra de África. Colombine viaja a Argentina. Escribe sobre la Gran Guerra. Abraza la causa feminista. Sigue viajando (México, Cuba). Descubre la obra de Leopardi. Sigue viajando (Panamá, Perú, Bolivia, Chile). Su voz es europea y americana. Se pone al servicio de la República hasta su muerte en 1932. Cae en un olvido inducido. Su recuerdo se rescata. Esta muestra resulta, en fin, un acto de justicia.
Se puede aprender mucha historia de España visitando esta exposición y muchísima leyendo la prolífica obra de Carmen de Burgos. He de confesarles que me fascinan su pasión y su coraje a la hora de abrirse paso en un mundo aún poco acostumbrado a las voces femeninas en la vida pública. Sus crónicas desde Melilla son estremecedoras. «Yo he visto la guerra, he presenciado la tristeza de la lucha; he contemplado el dolor de las heridas en las frías salas de los hospitales y he visto los muertos en el campo de batalla… Pero más que todo esto, me ha horrorizado la crueldad que la guerra despierta, cómo remueve el fango en nuestras almas, cómo nos habitúa con el sufrir ajeno hasta casi la indiferencia… y sobre todo ¡cómo penetra el odio en los corazones!», escribió. Son palabras de dolorosísima actualidad en el mundo que nos ha tocado vivir. Es, en suma, una exposición interesantísima.