Colegios católicos del Líbano se encuentran al borde del cierre
Se les va el 40 % del presupuesto en pagar la luz y los profesores renuncian porque el sueldo no les da para vivir. Pero si cierran, «los cristianos se irán de sus pueblos»
Desde que estalló la crisis en el Líbano en 2019 y la libra se desplomó, a Jessy Abi Kahlil Msanne no le basta con su sueldo de maestra para vivir. «Estamos obligados a tener varios trabajos». Pero las tardes de pluriempleo le impiden «preparar clases, proyectos o actividades creativas». Actividades que, por otro lado, ya no pueden organizar en el colegio que dirige, el Saints Coeurs Ain Najm, en Mansourieh. A mediodía se corta la luz. Con un generador mantienen la iluminación y el calor indispensable. Pero han renunciado a las extraescolares y al laboratorio.
Msanne compartió su testimonio en un reciente encuentro virtual organizado por Ayuda a la Iglesia Necesitada sobre La crisis de los colegios católicos en el Líbano. ¿Por qué hace falta actuar ya? El ponente principal fue Youssef Nasr, secretario general de Colegios Católicos del Líbano, una entidad que engloba a 320 centros donde estudia una quinta parte del millón de alumnos del país. Según reveló, estas escuelas gastan el 40 % de su presupuesto en luz.
Por otro lado, continuó Msanne, «los padres no pueden permitirse pagar una excursión». Muchos, ni la matrícula. Así que simplemente se ciñen a enseñar las materias. Algo que le duele, dado que lo extracurricular era parte del «alto nivel educativo» del que se enorgullecen. Y ahora los niños lo necesitarían más que nunca. Ver a sus padres luchar por sobrevivir afecta a su salud mental.
Muchos docentes no soportan trabajar así, y «al comienzo de este curso perdimos al 20 %: emigraron, cambiaron de trabajo o simplemente se quedaron en casa», explica Nasr. Este fenómeno aumenta aún más la presión sobre los centros y los que se quedan. «Tenemos que empezar de cero con profesores sin experiencia y formarlos. Con uno, dos o cinco es fácil, pero con 40 cada año es más complicado», añadió Msanne.
Especialmente difícil es la situación de los 90 colegios concertados, que desde antes de la crisis no reciben la financiación pública que les corresponde. «Su misma permanencia está amenazada», incidió Nasr. Con el problema añadido de que es allí donde acuden muchos niños de familias desfavorecidas. Ayuda a la Iglesia Necesitada colabora con los colegios católicos aportando fondos para complementar el sueldo de los profesores en dólares y pagar las matrículas, además de financiar el material escolar y la instalación de paneles solares. Un apoyo imprescindible para evitar el cierre.
«Los libaneses están muy empeñados en la educación de sus hijos, y están dispuestos a sacrificar todo menos eso». Los cristianos, además, quieren que vayan a centros católicos para recibir educación religiosa. «Si cerramos, tendrán que abandonar sus pueblos», en los que conviven con los musulmanes, para «buscar colegio para sus hijos». Que sigan abiertos es clave para «mantener a la gente en sus lugares de origen»; algo que la Iglesia también considera «parte de su misión». «No queremos abandonarla», concluía Msanne. «Pero nuestra situación es desesperada».
Este lunes, 16 de diciembre, termina el plazo para recibir cartas y dibujos felicitando la Navidad a los alumnos de los centros salesianos de Ucrania. Entre los participantes, se repartirán cinco juegos de mesa Disciple y diez aplicaciones de realidad aumentada Angie. Para participar hay que enviar las cartas, con la dirección del remitente, a:
Pequealfa — Alfa y Omega
(Att. PequeAlfa)
c/ La Pasa, 3
28005 – Madrid