Cercanía tras un año de pandemia - Alfa y Omega

Cercanía tras un año de pandemia

Alfa y Omega

En marzo de 2020, en cuestión de días, España pasó de «llenar manifestaciones, campos de fútbol y bares» al Estado de alarma para intentar frenar los contagios por coronavirus y evitar el colapso absoluto del sistema sanitario, como recogía Alfa y Omega. Fuimos conscientes de nuestra vulnerabilidad y empezamos a aplaudir al personal médico, a los sacerdotes y consagrados, a los trabajadores de supermercado y transportistas, a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y, en definitiva, a todos aquellos que apostaban por el amor y la entrega al prójimo en medio de la incertidumbre y el miedo.

Un año después, solo en nuestro país se han superado los 71.000 muertos, según cifras oficiales, y el panorama económico no es muy alentador. Siguen siendo necesarios los gestos de cercanía y aliento no ya de quienes han dado la batalla frente a la COVID-19 en primera línea, sino de todos. Nos equivocaremos si, entre el hartazgo por los cambios que ha provocado la pandemia y la confianza en las vacunas, miramos para otro lado e incurrimos en actitudes irresponsables. No olvidemos que, en medio de esta tempestad, navegamos en la misma barca (cfr. Fratelli tutti, 32).