«Católicos y ortodoxos tenemos una responsabilidad común hacia los necesitados»
«Estamos tomando cada vez más conciencia de que nosotros, católicos y ortodoxos, tenemos una responsabilidad común hacia los necesitados, en obediencia al único Evangelio de Jesucristo nuestro Señor», ha dicho el Papa ante la delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla. «Asumir esta responsabilidad es un deber, que toca la credibilidad misma de nuestro ser cristianos. Aliento, por lo tanto, toda forma de colaboración entre católicos y ortodoxos en actividades concretas al servicio de la humanidad que sufre»
En la víspera de la fiesta de los apóstoles Pedro y Pablo, el Papa recibió a una delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla y mandó un saludo al patriarca ecuménico Bartolomé.
Un años más, Francisco recibió a estos «queridos hermanos en Cristo», un encuentro que se enmarca en el ya tradicional intercambio de visitas, entre la Iglesia de Roma y el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, con ocasión de las fiestas de sus respectivos patronos.
El Santo Padre, tras recordar que la Iglesia vive el Jubileo extraordinario de la Misericordia, alentó el camino ecuménico para proclamar juntos, como católicos y ortodoxos, «las maravillas de la misericordia de Dios al mundo entero». Según el Pontífice, «la misericordia misma nos libera del peso de un pasado marcado por conflictos y nos permite abrirnos al futuro, hacia el cual nos guía el Espíritu Santo».
Recuerdo por los refugiados
El Papa argentino recordó con profunda emoción su viaje a la isla de Lesbos y el encuentro con el amado hermano Bartolomé y con el arzobispo de Atenas y de toda Grecia, Jerónimo II, con los que visitó un campo de refugiados.
En este sentido, reiteró la importancia de la colaboración entre católicos y ortodoxos, afianzados en Jesucristo, para aliviar el trágico sufrimiento de tantos inocentes. «Ver la desesperación en el rostro de hombres, mujeres y niños con su gran incertidumbre sobre su destino, escuchar impotentes sus desdichadas vivencias y detenerse en oración en la orilla de ese mar que se ha tragado la vida de tantos seres humanos inocentes, ha sido una experiencia muy conmovedora, que ha confirmado cuánto queda aún por hacer para asegurar dignidad y justicia a tantos hermanos y hermanas», ha dicho Bergoglio.
Ante tanto sufrimiento, ha sido «una gran consolación», según Francisco, «la intensa cercanía humana y espiritual que he experimentado con el patriarca Bartolomé y el arzobispo Jerónimo. Guiados por el Espíritu Santo, estamos tomando cada vez más conciencia de que nosotros, católicos y ortodoxos, tenemos una responsabilidad común hacia los necesitados, en obediencia al único Evangelio de Jesucristo nuestro Señor», ha aseverado. «Asumir esta responsabilidad es un deber, que toca la credibilidad misma de nuestro ser cristianos. Aliento, por lo tanto, toda forma de colaboración entre católicos y ortodoxos en actividades concretas al servicio de la humanidad que sufre», ha añadido.
Antes de concluir, el Santo Padre ha manifestado su alegría por la nueva reunión de la Comisión mixta internacional para el diálogo teológico entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa, y ha explicado que acompañó con su oración la celebración del concilio panortodoxo, que acaba de concluir en Creta.
RV / Redacción