Cartas a la redacción - Alfa y Omega

Las cartas dirigidas a esta sección deberán ir firmadas y con DNI, y tener una extensión máxima de 20 líneas. Alfa y Omega se reserva el derecho de resumir su contenido.

A monseñor Osoro:

Reciba de sus hijas del Carmelo de la Encarnación de Valencia un abrazo fraterno. Queremos darle las gracias por la labor apostólica que ha desempeñado en nuestra Iglesia Valentina, y hacerle saber que nuestras pobres oraciones irán siempre con usted, siguiendo los pasos que Nuestro Señor Jesucristo le irá marcando. Recordamos aquel 18 de abril de 2009, en el que hacía su entrada a nuestra ciudad, trayéndonos mucha paz y anunciando que Cristo Jesús esta vivo en medio de nosotros. Pedimos para usted que siga abriéndose a la acción del Espíritu Santo. Su acción evangelizadora no ha descansado. Para nosotras fue un inmenso don del Señor poder emprender el Itinerario Diocesano de Renovación en nuestro monasterio, en compañía de nuestro capellán. Este itinerario ha sido un regalo para nuestra comunidad, que nos ha ayudado a profundizar en nuestro encuentro personal con Cristo. Estamos agradecidas por sus visitas fraternas, por su cercanía y consideración para con la vida contemplativa. Para nuestra comunidad serán imborrables sus cartas semanales que, con sencillez y claridad, reflejaban un corazón enamorado de Cristo Jesús. Hemos visto el puesto que ocupa la vida contemplativa en su corazón. Como hijas del Carmelo, queremos recordarle hoy las palabras de san Juan Pablo II: No tengáis miedo, que el Señor no le abandonará, y aunque le esperen caminos inciertos, Él saldrá por usted, como hasta ahora; vemos en su historia de amor y de salvación una luz potente, que Jesucristo siempre ha confiado en usted, porque usted le ama y Él es fiel. No deje que la tentación invada su corazón, confíe y permanezca firme en la fe, e inamovible en la esperanza que hemos recibido de los apóstoles. Y en los momentos de angustia, recuerde la oración que Él le ha enseñado: ¡Padre, si es posible, aparta de mí este cáliz, pero no sea mi voluntad, sino la tuya! Estamos seguras de que Él enviará a sus ángeles para animarle en la misión que el Padre ha puesto en sus manos; y la santísima Virgen le espera al pie de la cruz. En Cristo Jesús, todo se vive en el presente; por tanto, usted y nosotras siempre nos encontraremos en la oración. Como hijas del Carmelo, estaremos orando siempre por usted, para que pueda hacer en todo momento la voluntad de Dios, su Padre. ¡Ánimo en su nueva misión!

Hijas del Carmelo de la Encarnación de Valencia
Valencia

De Herodes, a Pilatos

San Mateo nos relata en su evangelio que «se sobresaltó, y con él toda Jerusalén», el poderoso Herodes al recibir la noticia de unos magos de Oriente sobre «el Rey de los judíos que acaba de nacer». Nos dice que, reuniendo a sumos sacerdotes y escribas para documentarse, ordenó la muerte de los niños menores de dos años, en Belén y sus alrededores. Vemos a un poderoso que, ante el más mínimo sobresalto del pueblo, reacciona con el sacrificio de los más inocentes, para mantener sus privilegios. Años más tarde, otro poderoso, Pilatos, Gobernador romano de Israel, se lavó las manos entregando a otro Inocente para que fuera crucificado, cediendo al tumulto del pueblo y a presiones interesadas. Han pasado veinte siglos y los poderosos se siguen viendo sobresaltados y presionados por noticias y encuestas, que les atemorizan ante la posibilidad de disminuir su poder en próximas elecciones. Unos, sin debate alguno, decretaron una ley que no figuraba en su programa electoral, condenando a los más inocentes con la excusa de proteger presuntos derechos de sus madres. Otros se han lavado las manos incumpliendo sus promesas, condenando nuevamente a los inocentes que son llevados, de Herodes, a Pilatos, para su sacrificio.

José María Álvarez Español
Madrid

El espíritu de la Navidad

Las fiestas navideñas se preparan con gran esmero y exquisito gusto, tanto en iluminación, adornos, regalos, buena mesa, reuniones familiares, reuniones de trabajo, etc. Pero, ¿nos paramos a pensar en el Misterio que vamos a celebrar? Un año más, llega la Navidad, pero tendríamos que preguntarnos: ¿Viviremos, en familia la Navidad? ¿Seremos capaces de ver a todo un Dios, creador, dueño y Señor del cielo y de la tierra, que se humilla hasta el extremo de tomar nuestra condición humana y venir a nosotros en la indefensión de un Niño recién nacido? Ese Niño llamará a la puerta de nuestro corazón, buscando una posada donde encontrar calor, hacer su morada y recibir amor… Ese Niño Dios, todo Amor, llamará a nuestra puerta porque nos Ama y, si somos capaces de abrirle el corazón, nacerá en él, del mismo modo que nació en un pesebre a las afueras de Belén, porque entonces, como hoy, pocos fueron los que le abrieron el corazón, para darle alojamiento. Si en esta Navidad somos capaces de: perdonar a alguien que nos haya ofendido; compartir con algún desconocido; visitar y consolar a algún enfermo angustiado; acompañar y escuchar a algún anciano que se sienta abandonado; amar e intentar hacer un poco más felices a cuantos tengamos a nuestro lado, entonces viviremos de verdad la Navidad y acogeremos, acariciaremos y consolaremos al Niño Jesús, que vive en todos los necesitados. ¡Que el sentido de la Navidad permanezca en nuestro corazón los 365 días del próximo 2015!

Marina Peraita Encabo
Soria

Carta a Margarita Boned

Sobre una carta que escribió la lectora Margarita Boned, el pasado 6 de noviembre, y en la que decía: «Todas los días voy al sagrario para pedirle al Señor que no me abandone y que le sienta a mi lado, pues no me acostumbro a estar completamente sola», yo quiero decirle: No estás sola, estás dentro del caudaloso río de la sangre de Cristo, en la que está la multitud que forma parte del Cuerpo Místico de Cristo dentro de la Iglesia. Piensa que tus sentimientos de soledad y padecimientos son la envidia de los ángeles, porque ellos no pueden sufrir, y por tanto no pueden sufrir por Cristo. Únete a Cristo y formarás parte de la co-redención. Como decía santa Teresa, haz de la necesidad virtud» ¡Ánimo!

C. de Madrid
Madrid