Cartas a la redacción

Cuando era cardenal y no Benedicto XVI, Joseph Ratzinger era ya acreedor de mi agradecimiento. Su labor al frente de la Doctrina de la Fe me hace deudor suyo. Él lo explicó en un libro sobre su vida que muchos no han querido ni leer ni entender. Su labor al frente de la Doctrina de la Fe no es nada inquisitorial, sino, precisamente, la de defender la fe de los sencillos. Porque yo no he estudiado Teología, ni voy a hacerlo, pero necesito que alguien me declare que quien me salva es Jesucristo y no, pongamos por ejemplo, el marxismo como creían muchos. Hoy se demuestra que el Papa Juan Pablo II, y Ratzinger, que lucharon contra la teología de la liberación, entre otros muchos errores, tenían razón, defendiendo la fe de los sencillos frente a los intelectuales marxistas que querían marxistizar a Jesús. Por eso, ¡gracias, cardenal Ratzinger, gracias, Benedicto XVI!

Pablo Gutiérrez Carreras
Madrid

Quisiera dar las gracias a nuestro Papa Benedicto XVI por todo lo que ha hecho por nosotros! ¡Gracias por ayudar a que el Concilio Vaticano II fuese una luz brillante para todos. Gracias por sacrificar tu carrera como profesor para ser pastor de la diócesis de Munich! ¡Gracias por hacer que los fieles laicos recobrásemos la confianza en nuestros sacerdotes y obispos, porque, aunque no somos teólogos, sabíamos que tú te encargabas de ayudarles a no desviarse del mensaje de Cristo! ¡Gracias por seguir en tu puesto cuando Juan Pablo II te pidió que no te jubilases como querías! Y gracias por aceptar ser nuestro Papa a una edad en la que te habías ganado un bien merecido retiro. ¡Gracias! A cambio, ¿qué menos?, sabes que cuentas con los católicos españoles para lo que haga falta.

Bartolomé Cuerda
Barcelona

Yo no sé si el nuevo Papa es conservador o reformista, de derechas o de izquierdas; ni lo sé ni me importa. Lo que sé es que me siento inmensamente feliz de ser católico y de tener un Padre. Sé que Benedicto XVI es, como decía santa Catalina de Siena, el dulce Cristo en la tierra. Sé que es Pedro, a quien Jesús de Nazaret ha constituido Piedra de la Iglesia, sobre la que no prevalecerán las puertas del infierno.

José Ignacio Moreno Iturralde
(correo electrónico)

Escribo desde Valencia, tengo 24 años, y he tenido la suerte de poder acudir al funeral de Juan Pablo II. Hoy estoy especialmente contenta porque la Iglesia católica cuenta con un nuevo padre, Benedicto XVI. Ayer escuché muchos comentarios en los medios de comunicación que trasmitían la noticia, sobre si conservador, ortodoxo…, y sólo quería recordar a todos los que son de esa opinión una frase magistral que Juan Pablo II dijo en su último viaje a España: «Se puede ser moderno y ser profundamente cristiano». En la Iglesia está la Verdad, Jesucristo mismo en persona, y no se puede modificar al gusto del consumidor. No se trata ni de conservador ni progresista, sino fiel a Jesucristo y a su doctrina. Algo que creo que nuestro Papa sabrá hacer perfectamente.

Marian Reig
Valencia

Hace una semana estuve en Roma –viaje relámpago– para participar en el funeral de Juan Pablo II. Allí recordé con emoción los encuentros del Papa con los Jóvenes en los que he participado: París, Roma, Madrid (Cuatro Vientos)… Según me acercaba a la puerta de la basílica de San Pedro para despedirme de su cuerpo difunto, me entraron ganas de gritar con fuerza aquellos: «¡Viva el Papa! »; o «¡Juan Pablo II, te quiere todo el mundo!», que han acompañado al Papa polaco durante su pontificado. No lo hice: la Iglesia se teñía de luto. Hoy la Plaza de San Pedro se ha revestido de alegría para recibir al nuevo Pontífice: Habemus Papam! En la soledad de mi habitación, pegado al ordenador, me digo y te digo: Benedicto XVI, ¡prepárate! que, aunque nos lo has puesto difícil con ese nombre, los jóvenes vamos a tardar muy poco en sacar el soniquete y la rima para aclamarte en agosto en Colonia, en la próxima Jornada Mundial de la Juventud. Rezo por ti. Y que sepas que me da mucha alegría mirar hoy al cielo e imaginarme a Juan Pablo II que, desde las nubes, grita conmigo: «¡Viva el Papa!».

Jaime Domínguez
Madrid

Éstas son sólo algunas de las muchas cartas recibidas en este sentido: Daniel Millán (Zaragoza), Mayte Peralta (Valencia), Efrén Pablos (Barcelona), Ana Alemany (Madrid), José Miguel (Valencia), Juan Corcho (Madrid), Raúl Lator (Madrid), Pedro Iglesias (Barcelona), José L. García (Vizcaya), Jesús D. Martínez (Gerona), Paloma Girona (Madrid), Inmaculada Cosgaya (Guipúzcoa), July Pastor (Santiago)…