Cáritas quiere aprovechar la lucha contra el desperdicio alimentario para generar empleo - Alfa y Omega

Cáritas quiere aprovechar la lucha contra el desperdicio alimentario para generar empleo

Con el proyecto Maná, alimentando en el futuro se espera generar 14 empleos, de los cuales seis están previstos que sean ocupados por personas en situación de exclusión

José Calderero de Aldecoa
Una de las trabajadoras de FITEI
Una de las trabajadoras de FITEI. Foto: Fundación Formación y Trabajo.

Apenas cuatro días después de que el Congreso de los Diputados aprobara la nueva Ley de Prevención de las Pérdidas y del Desperdicio Alimentario, Cáritas ha presentado el proyecto Maná, alimentando el futuro. Se trata de una iniciativa financiada por el Fondo Social Europeo que aúna la lucha contra el desperdicio y fomenta la inserción laboral de personas en riesgo de exclusión.

El proyecto pretende estandarizar a nivel nacional la labor desarrollada por la empresa de inserción FITEl (Formació i Treball) de Cáritas Barcelona en MercaBarna. Las empresas que operan allí en vez de tirar sus excedentes de frutas y hortalizas se las entregan a FITEI, que se encarga de gestionarlas para su aprovechamiento. Lo hace creando además empleo social. El año pasado, esta empresa de inserción consiguió recuperar 316.000 kg. de alimentos en la totalidad de acciones que desarrollan en el marco de este ámbito de trabajo.

La iniciativa será emulada de momento en dos nuevos territorios a través de Lapiko Catering (Bilbao) y la Fundación El Sembrador (Albacete), empresas de inserción promovidas por Cáritas.

Durante los tres años de recorrido del proyecto, los alimentos recuperados se destinarán a la comercialización a través de las diferentes líneas gastronómicas de las entidades participantes. De esta forma, el producto recuperado se convertirá en propuestas de consumo en restaurantes, servicios de catering, colectividades u obradores de conservas, entre otras. Además, se espera generar 14 empleos, de los cuales seis están previstos que sean ocupados por personas en situación de exclusión.

«A partir de este pilotaje, pretendemos crear un plan de expansión y escalado a otros territorios en los que opera Cáritas», ha explicado Eduardo Ortega, referente del proyecto MANÁ y técnico del equipo de Economía Solidaria de Cáritas Española. «La idea es poder aprovechar el nicho de empleo que va a generar la nueva legislación sobre desperdicio alimentario a través de nuestras empresas de inserción social con el objetivo de poder ofrecer esos puestos a las personas que acompañamos en Cáritas y que tienen muchas dificultades en el acceso al mercado de trabajo debido a su falta de red de apoyos, dificultades para el acceso a la formación, graves dificultades de conciliación familiar o carencias socioeconómicas», añade.

30 % en el vertedero

El aprovechamiento alimentario es un gran reto global. Cada año el 30 % de los alimentos producidos a nivel mundial terminan en el vertedero, según la FAO. Los datos más recientes para España (PNUMA) revelan que 2.895.272 de toneladas de alimentos acabaron en la basura en 2022, lo que representa unos 61 kg. por persona.

A la vez, en nuestro país, más de seis millones de personas sufren pobreza alimentaria, y un 13,3 % de hogares no tienen una dieta adecuada, en términos de calidad y cantidad que aseguren su crecimiento y desarrollo normal, según el informe Alimentando el futuro, elaborado por la Universidad de Barcelona.