Cáritas Española invita a adquirir productos de Comercio Justo para erradicar el trabajo infantil
Se celebra el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, que afecta a 160 millones de niños en el mundo
Muchos de los productos que forman parte de los hábitos de consumo, como café, cereales, chocolate, azúcar o artículos textiles, esconden, en sus cadenas de producción, situaciones de explotación laboral de niños. Así lo ha advertido Cáritas Española con motivo del Día Mundial contra el Trabajo Infantil, que se celebra este sábado, 12 de junio. Con la campaña Contra el trabajo infantil, elijo Comercio Justo, la entidad anima a adquirir productos de este modelo de consumo basado, destaca en un comunicado, «en la sostenibilidad y la protección de los derechos de las comunidades productoras».
A través de su Red interdiocesana de Comercio Justo (RICJ), Cáritas Española trabaja para la denuncia, la incidencia política y la movilización ciudadana, de modo que se favorezcan los cambios necesarios para «erradicar la lacra del trabajo infantil». En el comunicado, explica cómo todas las organizaciones de Comercio Justo se comprometen a monitorear la participación de los niños en la elaboración de los productos (incluyendo el aprendizaje de un arte tradicional o artesanal), que no debe nunca interferir en su bienestar, en su educación y en «la necesidad de jugar». Además, gran parte de las productoras y cooperativas destinan una prima social a proyectos educativos para los menores.
Una de las acciones que Cáritas Española destaca en este día es el proyecto de pastoral social Cáritas Potosí, que atiende a casi 900 menores de entre siete y 18 años de comunidades empobrecidas de Bolivia. Con ellos se trabaja para evitar situaciones de explotación laboral, ya que en estas zonas se da una elevada incidencia de trabajo infantil en minería y agricultura. Además, se busca mejorar su situación educativa, nutricional y alimentaria.
160 millones de niños trabajadores en el mundo
Según los datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la ONU y Unicef, en el mundo hay 160 millones de niños que realizan algún tipo de trabajo, peligroso en la mitad de los casos. Una cifra que supone 8,4 millones más de niños trabajadores que hace cuatro años, y que la pandemia podría agravar. En este 2021, que ha sido declarado Año Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil, las organizaciones han subrayado que la cifra podría ir en aumento a causa de la pandemia. De hecho, estiman en 9 millones más los niños trabajadores a finales de 2022, que podrían dispararse hasta los 46 millones si los menores no tienen una cobertura social básica.
La mayoría de los niños víctimas de trabajo infantil (más de la mitad), tienen entre 5 y 11 años y se dedican a labores de agricultura. El número de menores de entre 5 y 17 años que realizan trabajos peligrosos asciende a 79 millones. Por sectores, 7 de cada 10 menores se dedican a actividades relacionadas con la agricultura, la ganadería o la pesca; el 20 % trabaja en el sector servicios, y el 10 % en la industria, principalmente en la minería. Por regiones, en África subsahariana es donde la subida ha sido mayor desde 2016, y se convierte en la responsable del incremento global. En Asia y Pacífico y América Latina y Caribe, donde había disminuido el número de niños trabajadores desde 2008, la COVID-19 pone en riesgo ese avance.
Las entidades advierten no obstante de que las cifras globales de menores trabajadores podrían ser mayores, ya que la realidad del trabajo infantil, en el que se esconden también diferentes formas de explotación laboral de menores, es invisible y difícil de medir.