Cáritas pide facilitar el tránsito de los refugiados «en lugar de construir muros» - Alfa y Omega

Cáritas pide facilitar el tránsito de los refugiados «en lugar de construir muros»

La entidad denuncia, en el Día Mundial del Refugiado, que 82,4 millones de personas en todo el mundo viven desplazadas por la fuerza lejos de sus hogares

Redacción
De los 1,4 millones de refugiados particularmente vulnerables, solo 22.800 fueron reasentados en 2020. Foto: Cáritas / Matthieu Alexander.

Cáritas Europa ha lanzado un llamamiento a los líderes de la Unión Europea a «repensar su indiferencia» ante la realidad de la movilidad humana, «que hace que quienes intentan llegar a Europa se vean atrapados en un juego letal». Igualmente les pide que «apliquen un enfoque más centrado en el ser humano, respetando los valores y compromisos legales de la UE».

En una declaración con motivo del Día Mundial de los Refugiados, que se celebra este domingo, 20 de junio, Cáritas Europa reitera «la necesidad de proteger, promover, acoger e integrar a las personas en situación de movilidad», así como a acelerar el reasentamiento de los refugiados en los países de la Unión Europea. En el texto, que lleva por título Un puente para cruzar el foso hacia una Europa acogedora, no hacia una «fortaleza» bajo asedio, pide a los responsables políticos que protejan el «derecho al asilo y la dignidad de las personas en movilidad, y faciliten su tránsito en lugar de construir muros».

La entidad recuerda que, de los 1,4 millones de refugiados identificados por ACNUR como particularmente vulnerables y necesitados de reasentamiento, únicamente fueron reasentados 22.800 en 2020. Además, 82,4 millones de personas en todo el mundo viven desplazadas por la fuerza lejos de sus hogares, destaca el comunicado, y sin embargo los países europeos «están cerrando cada vez más el acceso a sus territorios, incluso a través de rechazos ilegales y de manera violenta».

«Sabiendo que la migración puede contribuir positivamente al desarrollo socioeconómico de Europa, al reto demográfico y al enriquecimiento de nuestras comunidades —subraya el texto—, Cáritas Europa reclama políticas que faciliten la movilidad humana de una manera segura y organizada», en unos países desarrollados que, denuncia, solo acogen al 15 % de los refugiados de todo el mundo.

Ruta de los Balcanes

Cáritas Europa denuncia expresamente en el comunicado la vulneración de los derechos humanos en las fronteras de la conocida como Ruta de los Balcanes, donde «personas, incluidas familias y niños, han sido rechazados violenta y repetidamente por la policía y fuerzas fronterizas». A esta violencia se suma la «humillación» en el trato, «que incluye desnudar a los migrantes y abandonarlos en el bosque, palizas y torturas, ataques de perros, y la destrucción de sus pertenencias y el robo, como teléfonos móviles y dinero».

Miles de migrantes, refiere la entidad de la Iglesia, duermen en edificios abandonados, en bosques o en las calles, «con el riesgo de morir a causa de las municiones sin detonar abandonadas por el conflicto que arrasó los Balcanes». Monseñor Tomo Knežević, director de Cáritas Bosnia y Herzegovina, ha destacado que frente a esto, su país «hace todo lo posible por acoger a los migrantes; después de todo, sabemos lo que es huir de la guerra». Por eso, «Cáritas dirige servicios de lavandería, distribuye comida y ropa, y ofrece diferentes servicios y apoyo para que las personas puedan mantener su dignidad y satisfacer sus necesidades básicas; sin embargo, todavía necesitamos mucho más».

El mayor cementerio de Europa

En lo que va de 2021, más de 800 personas han desaparecido en aguas del Mediterráneo, mar al que se refirió el Papa Francisco recientemente como «el mayor cementerio de Europa». Por su parte, más de 10.000 migrantes han sido interceptados y devueltos a Libia, donde se sabe, denuncia la entidad, «que les aguarda un terrible sufrimiento».

«Como subraya acertadamente el Papa Francisco –señala Maria Nyman, secretaria general de Cáritas Europa–, la globalización de la indiferencia debe cesar y los países europeos deben respetar los derechos y la dignidad de las personas en movilidad».