Cardenal Louis Sako: «Si no se para la guerra de Gaza se extenderá a los países de alrededor»

Los obispos del Sínodo caldeo se reunieron la semana pasada para su Sínodo anual, un encuentro presidido por el cardenal Louis Raphael Sako, patriarca de los caldeos en Irak. Además de expresar «su profunda preocupación» por la guerra en Gaza, los obispos han condenado la violencia «en todas sus formas», según el comunicado final del Sínodo. También han invitado a la comunidad internacional a realizar «esfuerzos decididos» «para proteger y afirmar la paz en todo momento», con el fin de «poner fin inmediatamente a la guerra». En cuanto a las posibles soluciones, los obispos caldeos abrazan la línea que el Papa Francisco ha expresado en varias ocasiones, es decir, la de «dos pueblos en dos estados vecinos que vivan en paz, seguridad, estabilidad y confianza mutua». 

Los obispos caldeos han hablado estos días sobre la situación en Tierra santa. ¿Cuál es la mejor solución a la guerra según ustedes?
En realidad, la única solución es el diálogo, un diálogo real y valiente. Los cristianos aquí vivimos en un área ya muy castigada, y la guerra de Gaza está teniendo un nuevo impacto en Líbano, Siria e Irak. Todos aquí estamos envueltos de una manera u otra en este conflicto. Para nosotros, la única manera de solucionar la situación es establecer dos estados, para que todos podamos vivir juntos en armonía. Esa es nuestra llamada. 

El Papa Francisco ha propuesto en varias ocasiones esta solución de los dos Estados. ¿Es algo factible o es solo un sueño?
La guerra tiene que acabar. Si continúa, se extenderá a todas partes, y nosotros estamos cansados ya de ir de una guerra a otra. La paz es posible, se debe intentar. Hay que restaurar la confianza entre los palestinos e Israel. El futuro no pasa por otro sitio más que por ahí. 

¿Cómo afecta esta situación a la vida de las comunidades cristianas en Oriente Próximo?
En Irak, Siria y Líbano hay milicias que apoyan a los palestinos. Si la guerra se extiende, todos acabaremos afectados. Cuando una guerra empieza, no sabes cómo acabará. Si no se detiene, se extenderá a los países de alrededor. Necesitamos estabilidad.