«Caná acerca al Señor a las parejas a través del cónyuge»
Llevan 26 años casados. Vivieron la Semana Caná, la primera de España, en 2013. Les cambió la vida totalmente: «Hubo un antes y un después», dicen. Desde 2017, Pepa Robres y Jorge Gutiérrez son responsables de la Misión Caná en España. La próxima cita será del 22 al 28 de julio en Zaragoza.
¿Quién os invitó por primera vez a la Semana Caná?
Formábamos parte de la Delegación de Familia y Vida de Zaragoza, fuimos a visitar a la comunidad del Chemin Neuf y nos lo propusieron. Nos dijeron poco: que era tiempo para la pareja y para descubrir más al Señor. La palabra clave fue sorpresas. Ahora entendemos que no se puede decir más…
Decís que hubo «un antes y un después», ¿en qué sentido?
Yo siempre me había considerado un cristiano en búsqueda [habla Jorge], quería la excelencia en mi matrimonio. A partir de Caná, el Señor me tocó: soy fiel a la oración, a la Eucaristía diaria. Y, por supuesto, nuestro matrimonio salió muy reforzado. [Recoge el testigo Pepa]. Fui para mejorar, pensando que ya vivíamos fenomenal, pero he de reconocer que la Semana Caná, con toda su pedagogía, me condujo a un conocimiento profundo, tanto mío como de mi marido y, sobre todo, a un acercamiento al Señor. Nos costaba la oración y Caná nos ayudó a hacerla también en pareja y en familia. Ahora nos parece fundamental.
Cómo viven Caná los hijos?
Es un tiempo de descanso para toda la familia, los hijos la viven participando en actividades de acuerdo a su edad. Suele haber un hilo conductor bíblico. La familia participa, pero el bien que se le transmite deriva del bien que recibe la pareja. Por eso, también se puede participar sin llevar a los hijos.
Aunque no se puede desvelar el misterio Caná, ¿cuáles son sus grandes vivencias?
Hay una serie de verbos que se conjugan a lo largo de la semana: descansar, descubrir, abrirse, amar, compartir, escuchar y escucharse, celebrar, perdonar, orar.
Y después, ¿qué?
Una nueva mirada y una nueva visión sobre la pareja, la familia y la vida, fortalecida por una presencia más viva del Espíritu Santo.
¿Por qué Caná es una misión?
Porque los matrimonios y las parejas paramos poco y no dejamos entrar al Espíritu en nuestras vidas. Caná intenta acercar al Señor a las parejas a través del propio cónyuge. Es una misión que brota del Evangelio. Es evangelización.
¿Qué relación tiene Caná con Amoris laetitia?
Toda. La Misión Caná recoge todas las realidades que experimentan hoy las personas. Aunque en España todavía no está implantada, existe Caná Samaría para separados, divorciados, con nuevas parejas o sin ellas y para familias monoparentales.
José Antonio Calvo / Iglesia en Aragón