Campaña del frío: «Los albergues son insuficientes»
Las ciudades más frías y las grandes capitales de España están pendientes estos días de las personas sin hogar que duermen al aire libre
El invierno que acaba de comenzar será más cálido de lo habitual, según la Agencia Española de Meteorología, que prevé para las semanas próximas una temperatura media de 16,5 ºC. Sin embargo, para quienes tienen el cielo como techo, este invierno será duro como todos, lo que ha puesto ya en alerta a ayuntamientos y ONG en sus campañas contra el frío.
En Vitoria, una de las ciudades más gélidas de España, un equipo de voluntarios sale cada noche, de lunes a viernes, para rastrear las calles en busca de las personas sin hogar que duermen a la intemperie. «Llevamos haciéndolo desde hace casi diez años. Nos presentamos y preguntamos si necesitan algo. Charlamos con ellos y les entregamos una bebida caliente, comida, un kit de higiene, una manta, ropa interior, una esterilla, una camiseta térmica… lo que requieran. Pero la conversación y la escucha atenta de lo que dicen es fundamental», afirma Txomin Ondarre, director de Inclusión de Cruz Roja Álava. En toda la ciudad hay contabilizadas 42 personas que viven habitualmente en la calle. «Sabemos dónde se suelen colocar para pasar la noche porque ya los conocemos de otras veces. También hay alguno que tiene móvil y nos avisa de dónde va a estar para que podamos ir a verle», dice Ondarre. En ocasiones ocurre que se encuentran con el rechazo de alguna de estas personas, ya que «desconfían de cualquiera por la cantidad de situaciones que han tenido que padecer con anterioridad».
La mayoría de las personas sin hogar de Vitoria, como en cualquier ciudad de la península, son hombres, muchos de ellos extranjeros, procedentes del África subsahariana o del este de Europa, «aunque también hay españoles». Por edades hay de todo, «sobre todo hombres en los 40 años, aunque también los hay que pasan de los 70», dice Ondarre. A todos ellos, en los días de más frío, se les ofrece la posibilidad de acudir al dispositivo de alojamiento invernal habilitado por el Ayuntamiento. Estos recursos abren cuando empieza el invierno, de noviembre hasta marzo, con la posibilidad de aumentar el número de camas cuando las temperaturas aprietan más. El de la ciudad vasca cuenta además con distintos espacios para poder acoger también a aquellos que tienen mascotas y que sin esta posibilidad no acudirían. Sin embargo, ni aun así todos aceptan, a pesar de no ser un alojamiento exigente, porque no soportan estar supervisados. «De todos modos, las plazas están disponibles también para ellos si al final lo necesitan», concluye el director de Inclusión de Cruz Roja Álava.
«Aunque estos días no hace tanto frío como siempre, estamos preparados», asegura en esta misma línea Juan Marco Deler, director de Cáritas Diocesana de Teruel. Su provincia es la que año tras año marca la temperatura más baja de la península cuando los termómetros se desploman, «pero contamos con habitaciones y espacios para las personas sin hogar que lo necesiten», asegura. Marco agradece las noticias del invierno benigno que se presenta, «porque dentro de esta situación de emergencia social y de alza de precios, no sé cómo lo iban a pasar las personas que no tienen recursos para vivir». Sobre aquellos que se ven obligados a pernoctar al raso explica que «hay tres o cuatro que no quieren renunciar a su cajero habitual para pasar la noche, pero el que quiera siempre podrá contar en Teruel con nuestros recursos o los del Ayuntamiento para poder dormir caliente».
- 28.552 personas sin hogar hay en España según el Instituto Nacional de Estadística
- 7.727 duermen en los llamados «espacios de fortuna»: cajeros, portales, coches…
- 50,1 % son de nacionalidad española, mientras que los extranjeros son sobre todo de África (53 % de los foráneos) y América (25 %)
- 76 % son hombres y la media de edad se eleva a casi 43 años
- Tres de cada diez declaran carecer de fuente de ingresos alguna
Las grandes ciudades han abierto también sus campañas contra el frío. En Madrid, el Consistorio ha dispuesto este invierno para las personas sin hogar 432 plazas en centros y pensiones, con la posibilidad de activar otras 50 si se presentan condiciones climáticas extremas. De momento ya se han beneficiado de ellas 682 personas, con una tasa de ocupación que roza el 90 % cada día.
Barcelona presenta este año una cifra récord de personas sin hogar. El último recuento realizado por Arrels Fundació, el 13 de diciembre, contabilizó 1.384, un 12 % más que el año pasado. Los tres albergues municipales de la ciudad no dan abasto, pero sus políticas de rotación y temporalidad «los convierten en un tipo de alojamiento inestable al que la mayoría de la gente no quiere ir, porque además no pueden acceder con todas sus pertenencias ni con sus animales de compañía», dicen desde Arrels. Para la fundación, los albergues contra el frío son en general «una medida insuficiente». Creen que el foco «no debería ponerse en el termómetro ni en situaciones extremas», ya que «vivir en la calle es un riesgo todos los días del año, no solo en los días fríos de invierno».